9 consejos para ahorrar tinta al imprimir (sin sacrificar la calidad)

La tinta es una de las principales consideraciones para los consumidores al elegir una impresora de inyección de tinta para su hogar u oficina. Además de la calidad de impresión, a los compradores les interesa que los cartuchos de tinta sean asequibles durante toda la vida útil de su impresora. Si imprimís muchos documentos, el costo de la tinta puede aumentar.

Si estás buscando una impresora nueva o simplemente querés ahorrar tinta cuando imprimís con tu impresora actual, estas son algunas de las formas más fáciles de reducir lo que gastás sin renunciar a impresiones de alta calidad.

• 1. Conocé tu impresora
• 2. Comprá en grandes cantidades
• 3. Optimizá el rendimiento
• 4. Escogé “escala de grises”
• 5. Elegí la fuente correcta
• 6. Optá por cartuchos de un solo color
• 7. Imprimí con cuidado
• 8. Dale mantenimiento a tu impresora
• 9. Considerá una nueva impresora

¿Sabés cuántas hojas podés imprimir con un solo cartucho? Si bien los resultados dependerán de tus necesidades de impresión, es posible estimar el rendimiento del cartucho leyendo detenidamente sus especificaciones. Algunas impresoras imprimen a una resolución más alta de forma predeterminada, lo que les obliga a utilizar más tinta.

Si bien no es necesario comprar más de uno o dos cartuchos a la vez, podés tener ahorros significativos si lo revisás con anticipación. Algunos cartuchos vienen en tamaño XL, lo que te brinda más tinta con un descuento adicional, en comparación a comprar dos cartuchos más pequeños.

A menudo, la tinta se puede comprar en paquetes, por lo que los consumidores que deseen ahorrar en cartuchos de tinta estarán encantados de saber que pueden comprar un paquete de manera que los cartuchos cuestan menos por unidad que al comprarlos individualmente.

Algunas de las opciones predeterminadas de tu impresora pueden alterarse para obtener la mejor resolución de impresión posible, incluso si no la necesitás. Verificá la configuración de calidad de tu impresora con regularidad y elegí el valor predeterminado que mejor se ajuste a tu trabajo impreso. Ajustar la configuración predeterminada para trabajos de impresión comunes y corrientes podría ahorrarte tinta y dinero.

Si imprimís fotografías con frecuencia o necesitás material de marketing, configuralo con la mejor calidad. De lo contrario, no es necesario utilizar toda esa tinta para imprimir un correo electrónico.

¿Sabías que muchos trabajos de impresión en blanco y negro utilizan más que solo tinta negra?

A menos que especifiques “solo escala de grises”, tu impresora puede brindarte más calidad de la que realmente necesitás. Para trabajos que no requieran color, desactivá esos cartuchos dentro de la configuración de impresión.

Diferentes fuentes utilizan distintas cantidades de tinta. Elegí una fuente que esté optimizada para la conservación de tinta y observá como disminuye el uso de tinta sin siquiera esforzarte.

Arial es una de las fuentes predeterminadas más populares, pero utiliza un 27 % más tinta que Calibri, Century Gothic o la clásica Times New Roman.

¿Te parece que el cartucho de color todavía tiene contenido a pesar de que la impresora te notifica que está “vacío”? Puede ser que sólo uno de los tres colores contenidos en el cartucho "tricolor" esté realmente agotado.

Al optar por una impresora que separa los colores en tres cartuchos más pequeños (cian, magenta y amarillo), podés reemplazar el que está vacío y no desperdiciar las otras tintas en el proceso.

¿Tu impresora tiene más de cinco años? Si es así, probablemente sea hora de buscar una nueva.

Además de ser más económicas en términos de uso de tinta, las impresoras actuales pueden conectarse de forma inalámbrica a tu red doméstica y recibir trabajos de impresión desde tu celular. 

Adoptá la nueva tecnología junto con los ahorros que podrías tener al ver los modelos de impresoras más nuevos disponibles.