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Imaginá que, ¡por fin!, acabaste de escribir tu tesis de licenciatura a último minuto. Suspirás de alivio, ponés tu documento a imprimir y ponés las manos detrás de la cabeza, listo para relajarte. Entonces mirás la hora y advertís que sólo te quedan diez minutos para entregar tu tesis a la oficina de tu asesor.
La impresora detecta el documento y comienza a imprimir, pero lo hace con una lentitud insoportable mientras te embarga el pánico al ver cómo se toma su tiempo y escupe una página tras otra de las 45 que componen tu tesis.
¿Cómo evitás ese problema?
La clave para poder imprimir todos tus documentos, y rápido, es saber cómo usar las diferentes opciones de tu impresora correctamente. Y completar tus proyectos en tiempo record.
Seguí leyendo para obtener algunos consejos sobre cómo imprimir rápidamente desde tu equipo Windows.
En el caso de las computadoras Windows, debés instalar tu impresora HP usando el software integrado. Durante el proceso, podés instalar un controlador de impresión que te permitirá usar todas las funciones compatibles con tu impresora y con el que podrás cambiar parámetros como color, tamaño del papel, ajustes de calidad, etcétera.
Nota: algunas opciones y configuraciones no están disponibles en todos los modelos de impresoras, por lo que tendrás que tomarlo en cuenta al momento de evaluar la disponibilidad de ciertas funciones. En realidad, esto es algo que debés considerar cuando comprás una impresora nueva.
Seguí estas instrucciones cuando quieras ajustar la configuración para un documento o una foto en particular, pero ten en cuenta que cuando se complete la impresión, la configuración volverá a su estado original la próxima vez que abras la interfaz de la impresora, a menos que guardes la configuración como predeterminada.
La mayoría de las impresoras vuelven a la última configuración o a la configuración de fábrica, dependiendo de la marca y el modelo, así que asegurate de guardar la configuración que uses con más frecuencia, como por ejemplo el modo de calidad “Draft” (borrador en inglés) con un tamaño de papel determinado.
Y recuerda, es posible guardar varias configuraciones; así podrás cambiar fácilmente del modo de alta resolución que usás para imprimir tus fotos, al veloz modo de borrador para tus documentos.
Si sólo estás tratando de imprimir documentos, que solo requieren una calidad normal o inferior, podés habilitar funciones de impresión rápida usando configuraciones como “Draft” o “FastDraft”. Las imágenes, por el contrario, suelen necesitar una resolución más alta.
La calidad de impresión es una función que se mide en puntos por pulgada (ppp) o DPI (Dots per inches en inglés). A más puntos por pulgada, más intensidad y detalle en las impresiones. Por desgracia, también puede implicar una mayor lentitud por parte de tu impresora, y más gasto de tinta o tóner.
La velocidad de tu impresora se mide en páginas por minuto. Claro, no todas las impresoras son iguales, así que la velocidad de impresión puede variar de modelo a modelo.
Aquí hay algunos ejemplos de ajustes de calidad que puede tener tu impresora:
Podés encontrar estas opciones en “Calidad de impresión” o “Ajustes de medios de impresión”, en la pestaña “Papel/Calidad”.
Si estás imprimiendo documentos a color, también hay formas de cambiar los ajustes para que puedas disfrutar de más eficiencia al imprimir.
Te mostramos algunos ajustes que podés realizar para incrementar la velocidad de impresión:
Al modificar el tiempo de secado y el volumen de tinta, podés acelerar el proceso y obtener tu impresión a color en un abrir y cerrar de ojos.
Una impresora vieja o polvorienta no puede igualar la rapidez de los modelos más nuevos. Por otro lado, si lo que buscas es velocidad, podés echarle un vistazo a la tasa de paginas por minuto que presentan nuestras impresoras, para elegir la que más convenga a tu estilo de vida y necesidades.