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En Argentina, el auge del mercado de videojuegos y la industria creativa hace que contar con una notebook potente sea fundamental. Ya busques la mejor experiencia en los últimos juegos AAA o necesites realizar tareas de diseño gráfico exigentes, entender la placa de video de tu notebook es crucial. Esta guía te explica cómo verificar y comprender las especificaciones de tu placa de video para sacar el máximo provecho de tu equipo.
Cada placa de video tiene una configuración específica que la hace adecuada para tareas particulares como juegos con altos cuadros por segundo (fps), modelado 3D o edición de video. Comprender los componentes clave de una placa de video te ayudará a elegir la notebook más adecuada para tus necesidades.
Los términos “placa de video” y “GPU” se usan a menudo indistintamente, pero no son exactamente lo mismo. La placa de video se refiere a todo el chip de expansión, del cual la GPU es una parte. La GPU es el cerebro de la placa de video, que maneja cálculos matemáticos complejos para crear los impresionantes gráficos que todos apreciamos. NVIDIA y AMD son los dos fabricantes de GPU más populares.
La VRAM es la cantidad de memoria disponible en tu placa de video, medida en GB. Los tamaños de VRAM más comunes son 4 GB, 6 GB y 8 GB. Para un rendimiento gráfico superior, considerá obtener la mayor memoria de video posible.
Las GPU modernas están compuestas por múltiples procesadores llamados núcleos. NVIDIA los llama Núcleos CUDA, mientras que AMD se refiere a ellos como Procesadores Stream. Si realizás muchas tareas que requieren gráficos intensivos (como edición de video 4K o juegos), preferí placas de video con más núcleos.
Cada núcleo de la GPU realiza un cierto número de cálculos por segundo, lo cual determina la velocidad de reloj (medida en MHz). Entre dos placas de video de la misma familia arquitectónica, la que tenga una velocidad de reloj más alta tendrá un mejor rendimiento.
Las placas de video envían un flujo de datos a tu dispositivo de visualización a través de puertos estándar como HDMI, DVI y USB Tipo-C. Cada placa de video admite un conjunto de resoluciones como 4K (3840x2160 píxeles) y Full High Definition (FHD, 1920x1080 píxeles). Si te interesan los juegos en Ultra High Definition (UHD), elegí una placa de video que admita resolución 4K.
Si sos gamer, esta es una especificación realmente importante al comprar un sistema. La tasa de refresco es el número de veces que tu pantalla dibuja una imagen (medida en Hz). Si disfrutás de juegos con alto fps, elegí una placa de video con una tasa de refresco alta.
Tu placa de video necesita un software especial llamado controlador de pantalla para comunicarse con Windows. Los fabricantes de GPU suelen lanzar actualizaciones de controladores periódicamente, por lo que es importante asegurarte de tener la versión más reciente del controlador.
Ahora que entendés los componentes clave de una placa de video, veamos cómo podés verificar la información de tu placa de video en una notebook HP:
Hacé clic derecho en el escritorio y seleccioná “Configuración de pantalla”.
Desplazate hacia abajo y hacé clic en “Configuración de pantalla avanzada”.
En la sección “Adaptador de pantalla”, verás el nombre de tu placa de video.
Alternativamente, podés usar el Administrador de dispositivos:
Presioná la tecla Windows + X y seleccioná “Administrador de dispositivos”.
Expandí la sección “Adaptadores de pantalla”.
Aquí verás el nombre de tu placa de video.
Entender las especificaciones de la placa de video de tu notebook es esencial para asegurarte de que tu equipo pueda manejar tus tareas diarias, ya sea gaming, diseño gráfico o simplemente productividad general. Al elegir una nueva notebook, considerá tus necesidades específicas y buscá una placa de video que se adapte a ellas.
Recordá mantener actualizados los controladores de tu placa de video para obtener el mejor rendimiento y compatibilidad con las últimas aplicaciones y juegos. Con el conocimiento adecuado, podrás aprovechar al máximo la potencia gráfica de tu notebook HP.
Explorá nuestra colección de notebooks para encontrar el equipo perfecto que se adapte a tus necesidades gráficas y de rendimiento.
