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Si alguna vez trabajaste en la venta de bienes o servicios, cosa que muchos de nosotros hemos probado, es posible que soñaras despierto con un trabajo por internet. ¡Qué hermoso sería pasar todo el día en una cómoda silla y no de pie, escuchando la música de tu preferencia en lugar de esas listas de reproducción de éxitos de los años ochenta que salen de los parlantes, e incluso tener la flexibilidad de trabajar desde casa o en una confitería! ¡Sería pan comido!
A diferencia de la generación anterior, muchos de los empleados de hoy nacieron y crecieron rodeados de computadoras, o tal vez se familiarizaron con ellas en su juventud. El uso de las computadoras se ha vuelto muy natural para la mayoría, y como consecuencia de los cambios en el panorama profesional, muchos quieren trabajar en algo que consista en sentarse frente a una pantalla durante todo el día.
Pero claro, cualquiera que haya hecho este tipo de trabajo te dirá que no es tan fácil como suena. Cuando pasás sentado alrededor de cuarenta horas a la semana, empezás a anhelar tus caminatas como lo haría un perro aburrido. Llevar a cabo tu trabajo desde la computadora también puede ser difícil.
Cuando tenés que entrar y salir de una docena de ventanas como tu programa de mensajería, hojas de cálculo, documentos, el almacenamiento de la nube, sitios webs, emails y demás, tu ritmo de trabajo puede disminuir hasta volverse un obstáculo para tu productividad y eficiencia, y terminás anhelando una pantalla más grande
En HP®, sabemos cómo te sentís. La buena noticia es que existe una solución muy sencilla para algunos de estos problemas: podés configurar pantallas múltiples en lugar de utilizar una sola pantalla. No te imaginás lo mucho que esto facilitará tu trabajo. Los monitores múltiples te ayudan a ser más productivo, lo cual a su vez, te hará sentir menos confinado en tu espacio de trabajo.
En este tutorial rápido, te enseñaremos a dominar una configuración de tres monitores para mejorar tu productividad.
La ventaja principal de tener más de un monitor es que tendrás más espacio de pantalla, es decir, que tendrás una interfaz más grande en la que podrás expandir y organizar todas las ventanas que abras.
Si sos un emprendedor, aquí están unas cuantas ventanas que podrías tener abiertas:
Si necesitás tener todas estas ventanas abiertas y estás trabajando con un solo monitor, puede ser difícil hacerlas caber en una sola pantalla (tomá en cuenta que si hay muchas pestañas abiertas, las hojas de cálculo y las videoconferencias suelen requerir más espacio de pantalla, así como los navegadores).
Como mínimo, te convendría tener una configuración de monitores duales en esta situación particular. Si tuvieras dos monitores, no tendrías que apretujar cuatro ventanas en una sola pantalla o minimizar algunas de ellas. En su lugar, podrías abrir dos ventanas en una pantalla y dos o tres en la otra. Cada ventana tendría más espacio de pantalla, lo que te permitiría visualizar más información.
Podría sonar un poco neurótico para algunos, pero si estás leyendo estas palabras, es muy probable que seas un emprendedor y que alguna vez te hayas sentido atrapado en la misma situación, en cuyo caso no tenemos que explicarte por qué es tan necesario contar con un flujo de trabajo lo más eficiente posible.
Así es la dura realidad de los trabajos por computadora: cada segundo cuenta, y si no hacés tu trabajo en la oficina, te lo llevarás a casa, que es precisamente para lo que fueron hechas las notebooks. El tiempo es dinero, como dicen, pero también es felicidad.
Te ayudaremos a usar varios monitores para mantener tu ritmo de trabajo y asegurar que puedas suspender el trabajo del día sin dejar cabos sueltos.
Debés preguntarte lo siguiente: ¿necesito 2 o 3 monitores? Sólo tú podés responder, pues tú sabés cuánto espacio de pantalla te convendría para hacer multitarea. Si tenés un espacio de trabajo reducido, dos monitores bastarían, pero si podés organizar tu espacio de trabajo para instalar tres monitores, te sentirás menos saturado y serás más productivo. Te asombrará saber lo mucho que podés hacer con sólo un poco más de espacio de pantalla.
Aun si por lo general utilizás sólo dos pantallas, hay ocasiones en que una tercera pantalla resulta bastante útil; podés usarla exclusivamente para visualizar contenido como:
De nuevo, la finalidad de tener pantallas múltiples es no perder el tiempo minimizando ventanas. Siempre es mejor tenerlas abiertas a plena vista. Como dicen, mientras más veas, más podés hacer.
Primero que nada, tenés que obtener un segundo monitor (más adelante recomendaremos algunos monitores increíbles de HP que son perfectos para configuraciones de pantallas múltiples). Conectá el segundo monitor a tu computadora y asegurate de conectarlo también a una fuente de electricidad.
Cuando compres un segundo monitor, procurá que tenga un conector compatible. Por ejemplo, algunos monitores utilizan un cable HDMI, otros uno VGA. Si tu computadora sólo tiene un puerto HDMI, debés tratar de encontrar un monitor que utilice la misma conexión. No es conveniente comprar un monitor que use VGA si tu computadora no tiene un puerto VGA.
Los monitores se adaptan
De cualquier forma, existen adaptadores de cable que pueden remediar la incompatibilidad entre dos conectores. Si comprás un monitor que utilice HDMI pero tu computadora sólo tiene VGA, no sería difícil encontrar un adaptador de video que te permita conectar el VGA en el puerto HDMI de tu computadora. Aun así, considerá que tendrás que pagar un poco más por el adaptador, aunque no sea tan caro como comprar una nueva computadora con los puertos adecuados; un conector incompatible no debería impedirte comprar el monitor del que te enamoraste.
Si vas a conectar dos monitores adicionales en tu computadora, tal vez encuentres que no hay suficientes puertos de video disponibles. Esa es otra razón para comprar un adaptador de video.
Es hora de decidir cómo querés acomodar tus monitores.
Orientación
Primero, considerá la orientación. ¿Querés que todos los monitores estén en posición horizontal? ¿O querés que uno o más estén en vertical? Existen algunas ventajas propias de la orientación vertical.
Si tenés documentos u hojas de cálculo con largas listas verticales, una posición acorde en al menos uno de tus monitores sería de gran ayuda. Podés utilizar este monitor para visualizar el documento en cuestión.
Los médicos suelen tener uno de sus monitores en posición vertical para poder visualizar sus historiales clínicos electrónicos o planeaciones financieras con listas de transacciones, sin tener que deslizar las páginas.
Asimismo, considerá obtener un soporte con altura ajustable. Estas bases tienen una placa giratoria que te permite girar la pantalla en distintas orientaciones.
Ubicación
Ahora debés elegir en qué parte de tu escritorio querés acomodar los monitores. Dicho de otro modo, ¿cuál colocarás a la izquierda y cuál a la derecha? Es obvio que tendrás que considerar las características de tu espacio de trabajo.
Si planeás tener videoconferencias, tomá en cuenta dónde quedaría mejor el monitor que tiene la webcam: no lo coloques en un ángulo incómodo que dificulte la conferencia o que haga que tus interlocutores sólo puedan ver tu perfil.
Cuando conectes varios monitores, uno de ellos aparecerá como “Pantalla 1” y los demás como “Pantalla 2”, “Pantalla 3”, etc. “Pantalla 1” es el monitor principal que contiene la barra de tareas.
Tu computadora deduce la ubicación de cada monitor, pero a veces se equivoca. Puede pensar que el monitor que está a la izquierda, está a la derecha y viceversa. Si la configuración de tus pantallas es correcta, podrás deslizar el mouse sin problemas de una pantalla a otra. Si no, tendrás que ajustar la configuración.
Cómo cambiar la configuración de pantallas:
Verás unos íconos de monitores que podés arrastrar para que correspondan con el posicionamiento de las pantallas en tu escritorio. Hacé clic en el botón de “Identificar” y aparecerán las etiquetas de cada monitor, con las que podrás determinar cuál es cuál. Puede que al principio tengas que hacer unas cuantas pruebas, pero lo entenderás muy pronto.
En la pestaña de “Pantalla”, también podés cambiar la orientación de las mismas (en caso de que hayas girado una a su posición vertical) y elegir entre duplicar las pantallas o sólo usarlas como una extensión de una gran interfaz. No recomendamos que cambies la resolución de ningún monitor. Tu computadora los analizará y elegirá la mejor resolución posible para cada uno de ellos.
¿Tenés un espacio de trabajo reducido? Si no podés distribuir tu segunda o tercera pantalla en el escritorio, considerá montarlas en la pared. Sólo podrás hacerlo si tu escritorio está contra una pared resistente, pero si este es el caso, despedite de tu escritorio saturado.
Si tenés un monitor HP, podés montarlo en la pared con un soporte HP B3000, que podés instalar con ayuda de herramientas básicas para que el monitor quede bien asegurado. Si tu monitor gira o puede inclinarse, tené por seguro que este soporte no limitará su rango de movimiento.
Si la pared no es una opción, también existen soportes para varios monitores que podés montar en el borde de tu escritorio. Buscá el que corresponda con la marca y el tamaño de tu monitor para asegurarte de que funcione correctamente.
Hoy en día, los escritorios de pie son unos de los accesorios de oficina más populares. Es bien sabido que pasar muchas horas sentado puede perjudicar tu salud. Un escritorio de pie te permite cambiar entre ambas posiciones mientras trabajás.
Los escritorios de pie tienen menos espacio para tu equipo, así que tal vez su superficie no pueda contener tres monitores. Una excelente alternativa es la extensión para segundo monitor Hot Desk HP: este brazo ajustable puede sostener dos pantallas, pero sólo tiene un soporte, lo que te permite ahorrar espacio en tu escritorio de pie. Esta montura también es compatible con monitores con un amplio rango de movimiento.
Si planeás tener una estación de trabajo con monitores múltiples, considerá obtener pantallas con micro bordes. Se trata de monitores cuyos bordes alrededor de la pantalla son sumamente estrechos. Son geniales para usarse en configuraciones duales o triples porque, como no tienen bordes muy notorios, vos podés colocarlos lado a lado y la transición entre pantallas es fluida y visualmente constante. Es como si fueran un solo monitor. Pegale una mirada a nuestra selección de pantallas con micro borde en este enlace.
Una pantalla curva también sería muy buena opción. Las pantallas curvas tienen pantallas que satisfacen tu visión periférica. En esencia, te brindan una visión más amplia. Si querés sumergirte en tu trabajo, podés colocar dos o tres pantallas curvas lado a lado. Tienen que estar lado a lado si querés disfrutar de una transición suave con el puntero cuando navegás entre ellas. Considerá que para colocar estas pantallas, necesitarás más espacio.
Si nunca has configurado monitores duales o triples, ¡intentalo! Te encantará lo mucho que aumentará tu productividad. Conectar un segundo y un tercer monitor es más fácil de lo que parece. Recordá que cuando trabajás por computadora, tu espacio de pantalla se convierte en tu espacio de trabajo y, mientras más grande sea este espacio, más podrás hacer para entregar ese trabajo a tiempo.