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Una GPU de baja potencia afectará el rendimiento y resultará en una experiencia visual deficiente para juegos, edición de fotos y video, y otras tareas visuales. Si no sabés por dónde empezar, nuestra guía de compra de tarjetas gráficas te ayudará a tomar las decisiones correctas al elegir tu próxima tarjeta gráfica y tomar control del rendimiento gráfico de tu PC.
Junto con la unidad central de procesamiento (CPU) de una computadora, la unidad de procesamiento gráfico (GPU) tiene el efecto más significativo en el rendimiento de tu equipo. Esto se debe a que la GPU procesa los datos de la CPU y los representa visualmente en tu pantalla. Sin embargo, puede ser confuso conocer todos los detalles relacionados con saber cuándo actualizar tu GPU y seleccionar la tarjeta gráfica adecuada para tus necesidades.
Más que cualquier otro componente en una PC, la GPU es responsable de la calidad de los gráficos, o elementos visuales, que aparecen en tu pantalla. En los primeros días, las CPU eran responsables tanto del procesamiento como del renderizado de gráficos, pero en la actualidad, prácticamente todas las PC en el mercado incluyen algún tipo de tarjeta gráfica.
Conforme las tarjetas gráficas envejecen, se vuelven menos capaces de mantener el ritmo con los últimos juegos, streaming y software. Si bien no se degradan realmente, una tarjeta gráfica de 5 años puede no ser capaz de manejar el software más reciente de edición de video o transmitir video 4K sin pausas. También puede tener problemas para mostrar un videojuego nuevo de la manera que deseas.
Cuando te propones actualizar tu tarjeta gráfica, debes pensar realmente en cómo usas tu PC. Por ejemplo, si principalmente usas tu PC para jugar, y los juegos más nuevos no logran ejecutarse a un ritmo constante de 60 cuadros por segundo (fps), entonces esta es una buena señal de que necesitas una actualización.
Asegúrate de que tu GPU no esté limitando tu CPU. Esto ocurre cuando tu CPU está produciendo más fps de los que tu GPU puede manejar, lo que puede provocar tartamudeos en tu pantalla. Si este escenario afecta el rendimiento de tu PC, entonces muy probablemente necesites actualizar tu tarjeta gráfica.
Al buscar tarjetas gráficas, hay dos marcas principales entre las que elegirás: AMD y NVIDIA. Ambos fabricantes ofrecen tarjetas gráficas de alta potencia y calidad.
Primero, necesitas decidir la cantidad de memoria que quieres en tu tarjeta gráfica
También considera factores como el factor de forma de tu PC (escritorio vs notebook)
Si quieres una GPU dedicada o una tarjeta gráfica integrada en la CPU
Toma en consideración qué conectores de energía usa tu tarjeta
Toma nota de su potencia térmica de diseño (TDP)
Todos estos factores determinarán si la tarjeta gráfica cabrá directamente en tu PC y si puede recibir la energía y refrigeración adecuadas.
Los gráficos integrados son más comunes en sistemas de factor de forma más pequeño como notebooks, pero también los encontrarás en PC de escritorio para aquellos que no necesitan ejecutar software visual de alta potencia.
Los gráficos integrados pueden no tener RAM independiente, pero tampoco generan tanto calor ni usan tanta energía y batería como sus contrapartes dedicadas. Los gráficos integrados generalmente no son preferidos para juegos con gráficos intensivos, pero son más económicos. También son adecuados para tareas visuales más básicas, como transmitir películas y TV.
Si estás interesado en usar tu PC para tareas que requieren gráficos intensivos como juegos en configuraciones altas, edición de video, edición de fotos y renderizado 3D, entonces necesitas invertir en una tarjeta gráfica dedicada.
Estas tarjetas sí tienen su propia RAM, a diferencia de sus primas integradas. Sin embargo, una tarjeta gráfica dedicada necesita una buena CPU que le corresponda, así como una configuración de enfriamiento para evitar que tu PC se sobrecaliente. También consumirá más energía, por lo que necesitarás una fuente de poder más grande (y más cara) en tu PC de escritorio para ejecutar ambos procesadores.
También significa que si tienes una tarjeta dedicada en tu notebook, te enfrentarás a una duración de batería más corta en comparación con opciones menos potentes.
Tanto las tarjetas gráficas de escritorio como las de notebook tienen consideraciones separadas. Debido a los tipos de dispositivos para los que están construidas estas tarjetas gráficas, hay diferencias entre el factor de forma, rendimiento y precio.
Tarjeta gráfica para PC de escritorio:
Factor de forma: la capacidad de ajustar componentes más grandes y potentes es un beneficio de usar una torre de PC. La torre proporciona el espacio y enfriamiento necesarios para acomodar el calor y consumo de energía de GPUs robustas.
Rendimiento: disfrutarás de especificaciones más altas en comparación con las tarjetas gráficas de notebook. Esto incluye más ancho de banda de memoria, mayor tasa de píxeles y mapeo de texturas aumentado.
Precio: las tarjetas para PC de escritorio son más asequibles porque el hardware es menos compacto y por lo tanto menos costoso de fabricar.
Tarjeta gráfica para notebook:
Factor de forma: se necesitan componentes más pequeños porque tu GPU debe caber dentro del chasis delgado de una notebook. Como resultado, están optimizadas para el uso de energía y se benefician de tecnología térmica y eléctrica avanzada. También están diseñadas para funcionar lo más silenciosamente posible.
Rendimiento: los fabricantes están acercándose a la paridad entre GPUs de escritorio y notebook, pero como señalamos anteriormente, las tarjetas para notebook tienden a tener menor rendimiento en ciertas áreas.
Precio: pagarás una prima por las tarjetas gráficas para notebook. Esto se debe a que los componentes para hacer una tarjeta gráfica notebook y eficiente en energía son más caros de producir. Hay tarjetas gráficas más grandes y de mayor rendimiento disponibles para notebook, pero también agregan peso al dispositivo, pueden hacer que tu notebook se caliente y pueden dificultar la portabilidad.
El ray-tracing es una de las tecnologías recientes que se encuentran en las nuevas tarjetas gráficas. Generalmente utilizados en juegos, el ray-tracing es una técnica de renderizado que produce efectos de iluminación extremadamente realistas. Esto se logra a través de un algoritmo que traza una ruta de luz y luego intenta simular la forma en que la luz interactúa con los objetos en el mundo real.
Juegos como Cyberpunk 2077, Watch Dogs Legion y Control hacen un uso extensivo del ray-tracing, que imita la forma en que el ojo humano procesa el reflejo de la luz y las sombras. El ray-tracing representa uno de los mayores avances en gráficos en años, y es algo que tanto NVIDIA como AMD están mejorando en sus nuevas GPUs.
La tecnología de ray-tracing aún no ha alcanzado su máximo potencial, pero los desarrolladores de juegos la están adoptando de todo corazón. Si bien la tecnología ha sido utilizada por estudios de cine durante años, especialmente en películas de acción de gran presupuesto, es más difícil renderizar esto en tiempo real en tu juego de PC. En el pasado, las compañías de juegos han utilizado un proceso llamado rasterización, que traduce modelos poligonales 3D en una imagen 2D y prerrenderiza efectos de luz.
Con los inicios del ray-tracing, aún puedes esperar un rendimiento impresionante de las tarjetas gráficas modernas. Esto aplica para todo, desde enormes explosiones en un tiroteo hasta los rayos del sol que se asoman por una ventana en una habitación tenuemente iluminada.
Al renderizar gráficos, tu GPU realiza una enorme cantidad de cálculos por segundo. Esto sucede cada vez que la imagen cambia en tu pantalla, incluso en algo tan simple como mover el mouse. Debido a que la GPU es responsable de renderizar estas salidas, necesita RAM de video (vRAM) para hacerlo.
Cuando se usa una tarjeta gráfica integrada, esta memoria se comparte con la CPU, por lo que un porcentaje de la memoria total disponible se usa al realizar tareas gráficas. Sin embargo, una tarjeta gráfica dedicada tiene su propia memoria, que la tarjeta usa para renderizar detalles.
En general, cuanta más memoria tenga una GPU, más detalles puede procesar, pero esto no impacta directamente su rendimiento. Para uso general, una GPU con 2GB es más que adecuada, pero los gamers y profesionales creativos deberían apuntar a al menos 4GB de RAM de GPU.
La cantidad de memoria que necesitas en una tarjeta gráfica depende en última instancia de la resolución a la que quieres ejecutar los juegos, así como de los juegos mismos. Los juegos más modernos, como Cyberpunk 2077 y Control, requieren al menos 6GB de RAM para ejecutarse a resolución 1080p, y pueden requerir más de 8GB de memoria para ejecutarse a resolución 4K con alto detalle de texturas y funciones completas de ray-tracing.
Los profesionales creativos que renderizan video 4K o ejecutan programas visualmente intensivos se beneficiarán de las mismas GPUs que los gamers.
AMD y NVIDIA son actualmente los dos principales fabricantes de GPUs en el mercado. De hecho, NVIDIA realmente popularizó el término GPU en 1999, aunque había estado en uso durante al menos una década antes. Ambas compañías han hecho grandes avances en tecnología GPU.
Tarjetas AMD: La serie más nueva de procesadores AMD usa la marca RX.
RX Vega: GPU de gama alta.
RX: GPU de entrada y gama media.
Puedes saber qué GPU es más reciente mirando el número RX. Si es más alto, el modelo es más nuevo. Te llamamos la atención sobre esto nuevamente: para las GPU de AMD, un número más alto no equivale a más potencia. Más bien, indica qué tan recientemente fue lanzada.
Después del número, algunos modelos tendrán letra(s) adicional(es):
XT Graphics: versión ligeramente mejorada de una GPU existente con nombre similar.
HD: serie más antigua que se está eliminando gradualmente.
R: también una serie más antigua en proceso de eliminación.
Tarjetas NVIDIA:
NVIDIA usa un sistema de categorización diferente para identificar sus productos. Comenzarás con la designación de letra. Una tarjeta gráfica NVIDIA GT está construida para uso estándar, mientras que una tarjeta gráfica GTX está construida para juegos de alta gama.
RTX: GPU para juegos de nivel más alto.
GTX: específica para juegos, desde nivel de entrada hasta gama alta.
GT: GPU dedicadas básicas de nivel de entrada.
Series numeradas: esto indica qué tan nueva es la GPU. Por ejemplo, la serie 30 es más nueva que la serie 20. Al igual que las tarjetas gráficas AMD, un número de serie más alto indica qué tan nuevas son las tarjetas gráficas en comparación con las GPU de número más bajo en la serie.
Sin embargo, una tarjeta GTX siempre supera a una GT independientemente del número de modelo. NVIDIA también elevó aún más el rendimiento con la marca RTX. Ten en cuenta que algunas de estas son muy caras y tienen suministro limitado al momento de la publicación, particularmente las tarjetas de la serie 30.
La designación de letra final indica funcionalidad especial:
Ti: indica que tendrá mejor rendimiento que una GPU con nombre similar. Por ejemplo, la GeForce GTX 1660 Ti supera a la GeForce RTX 1660.
Super: versión ligeramente mejorada de una GPU existente (similar a la designación Ti).
M: ya no está en uso, pero anteriormente indicaba una GPU "móvil" o para notebook.
Tanto AMD como NVIDIA fabrican excelentes tarjetas gráficas tanto para uso general como para juegos. La potencia de la GPU tiende a reflejarse en el precio, por lo que no es necesario comprar una tarjeta gráfica orientada a juegos si no estás interesado en ejecutar juegos en las configuraciones más altas y quieres obtener el mejor rendimiento posible por tu dinero.
Para una tarjeta gráfica de uso general, recomendamos la AMD Radeon™ RX 5600 XT y la NVIDIA GeForce® GTX 1660 Ti. Para una tarjeta gráfica enfocada en juegos, aún puedes usar estas dos tarjetas, pero podrías considerar actualizar a la AMD Radeon RX 6800 XT y una de las tarjetas NVIDIA GeForce RTX de la serie 20.
Si bien hay tarjetas gráficas más potentes en el mercado, estas deberían darte suficiente potencia visual para ejecutar juegos en la configuración recomendada, incluso con ray-tracing completo en algunos casos.
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Elegir una tarjeta gráfica es una de las partes más difíciles de comprar una nueva PC, principalmente porque es uno de los componentes más importantes, así que quieres hacerlo bien. Además, hay mucha terminología que descifrar si eres nuevo en GPUs.
En general, deberías actualizar tu tarjeta gráfica cada 4 a 5 años, aunque una GPU de gama extremadamente alta podría durarte un poco más. Si bien el precio es una consideración importante en tu decisión, también considera el rendimiento y la memoria que necesitas. Y ten en cuenta la CPU de tu computadora, porque también podría necesitar una actualización. Después de todo, la mejor GPU solo es tan efectiva como la CPU que la acompaña.
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