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No hay duda de que competir es emocionante. Nada se compara a jugar contra personas reales, conectadas por medio de señales y cables a lo largo y ancho del internet, compartiendo un espacio virtual para ver quién es el mejor.
Los juegos de disparos en primera persona (FPS o First-person shooter games) online suponen una descarga de adrenalina por la que cada día se registran millones de jugadores listos para luchar en batallas reales (Battle Royales), batallas por equipos, modo de juego “captura la bandera” y todo en una serie interminable de asaltos y escaramuzas.
Eso sí, también tienen sus desventajas. Como dijo Jean-Paul Sartre en Sin salida: “El infierno son los otros”. A veces es frustrante jugar contra personas que disfrutan arruinarle el día a sus contrincantes.
Los llamados griefers o cibermatones se introducen en lugares injustos y atacan a los jugadores cuando se regeneran para obtener puntos fáciles, robar muertes, aprovechar la ausencia de los jugadores que están lejos del teclado y acumular puntos de experiencia a costa del esfuerzo de los demás.
Cuando el diseño de un videojuego involucra la participación de incontables extraños, siempre existe la posibilidad de que un usuario tóxico juegue de mala fe, pero el género en primera persona también puede ofrecer otro tipo de experiencia más profunda y prolongada, que muchas veces, resulta más satisfactoria que un gran asalto en línea: El FPS sin internet.
Con el giro de que “estás ahí” propio de los FPS, una historia interesante y emotiva puede atraparte como no pueden hacerlo las batallas online JcJ (jugador contra jugador). Experimentar la trama de un juego FPS equilibrado con un buen diseño, una buena realización y buenas actuaciones es como meterte a una novela de acción en la piel del protagonista.
En esto consiste el encanto de los juegos FPS sin internet de un solo jugador: podés avanzar a tu ritmo y cuando quieras. Ahora te dejamos una lista de los 9 mejores juegos FPS sin internet disponibles, con los cuales no es necesario tener más jugadores para divertirte:
Tras el éxito de Borderlands, la secuela de Gearbox Software nos trae más de lo que la hizo tan popular. Su guión ridículo e irreverente se suma a un estilizado y colorido diseño de sombreado plano, que es una mezcla de caricatura y modelos realistas de armas y personajes muy divertidos de ver.
Es una historia de ciencia ficción futurista en la que las grandes empresas destruyen otros planetas con su actividad minera y dejan los restos a merced de los traficantes, mercenarios y criminales. Pensá en la descripción que hizo Obi Wan de los habitantes de Mos Eisley: un miserable hervidero de escoria y villanía.
Esta entrega tiene lugar cinco años después de los sucesos que aparecen en Borderlines. En el juego original, un grupo de cuatro cazafortunas se encuentra en el planeta Pandora buscando una cámara del tesoro entre las ruinas de una antigua civilización alienígena. Su odisea culmina en la reanimación y la derrota de un monstruo legendario conocido como “El Destructor” y la historia concluye cuando sellan la Cámara y con ella, su asombroso arsenal.
Pero ahora una nueva Cámara ha sido descubierta y un siniestro empresario criminal llamado Jack “el Guapo” tiene planes para ella. Tu trabajo como el nuevo Vault Hunter (cazador de la Cámara) es detenerlo y de paso, convertirte en una leyenda con el botín y el armamento que recojas.
Borderlines 2, uno de los mejores juegos FPS sin internet, ofrece una trama compleja y apasionante con muchas misiones secundarias espeluznantes que hacen de Pandora un entorno único e insólito.
Lo divertido es construir tu árbol de habilidades mientras avanzás, así como acumular, actualizar y personalizar tus armas y ataques con la tecnología que logres robar de la Cámara. Borderline 2 no se toma muy en serio, pero cumple su propósito a pesar de los diálogos sarcásticos y las situaciones cómicas.
Si seguís el argumento principal, tendrás de 15 a 25 horas de contenido, y si agregás las misiones y los caminos opcionales podrías disfrutar de hasta 40 horas de aventuras.
El juego original de Titanfall es un hermoso juego de combate entre robots gigantes con unas imágenes increíbles. Sin embargo, solo se trata de una experiencia multijugador. Aunque Titanfall 2 tiene un modo multijugador disponible, la inclusión de un modo de campaña sin internet de un solo jugador es bastante atractiva.
Al principio, parece una historia clásica de ciencia ficción: tu papel es Jack Cooper, miembro de un grupo de rebeldes llamado “Milicia de la Frontera”, que se opone y lucha contra la Empresa de Fabricación Interestelar (IMC) que, como podrás imaginar, es una entidad maligna, cruel y despiadada que destruirá todo a su paso con el fin de obtener ganancias.
Cuando muere el mentor de Jack, le deja su “Titán”, BT-7274, un enorme robot viviente tipo traje de telemetría. En el juego tendrás que pilotear a BT y pelear como Jack sin tu armadura. Es como una película de policías en la que Jack y BT-7274 son compañeros.
Los reactivos controles, el hermoso e inteligente diseño y el alto impacto de la aventura son el centro de esta experiencia. A medida que el juego se desarrolla, la historia se vuelve más profunda y el vínculo que une a Jack y BT se vuelve algo muy conmovedor.
La forma en que construyen su relación es genial y satisfactoria. La personalidad programada del Titán es muy literal y lógica, mientras que Jack es impulsivo, al estilo Han Solo. En distintas partes del juego, tenés que guiar sus conversaciones de forma que te involucrás en la amistad y su desarrollo. Imaginá una mezcla de “El gigante de hierro” y “Arma mortal”.
A diferencia de muchos juegos FPS modo campaña, este no se enfoca en explorar el mundo, realizar misiones secundarias o tener una jugabilidad al estilo de un sandbox (juego de rol). Titanfall 2 te hace sentir que sos el protagonista de una película.
Toda la campaña contiene 5 o 6 horas completas de juego, pero está muy bien hecha y es tan divertida y gratificante que seguro querrás volverlo a jugar un par de veces para ver qué otros caminos y enfoques podrías darle.
El antecesor de 1993 de los grandes éxitos FPS volvió a salir con un toque moderno en 2016. Podemos decir sin temor a exagerar que, literalmente, todos los juegos FPS de PC le deben su origen a Doom de 1993, que puso los juegos de acción para computadora en el mapa.
En el universo de Doom la tecnología espacial y los aparatos que provocan fisuras espacio-temporales han desatado, literalmente, un infierno. Los demonios de una terrible dimensión de sufrimiento y violencia se colaron en el nuestro y alguien debe detenerlos.
Id Software tenía una visión muy concreta al diseñar el juego en 1993. Lo habían imaginado como una película de ciencia ficción y horror en la que siempre estás huyendo de monstruos despiadados; la única forma de evitar ser desmembrado es con el uso de hiper reflejos y armas súper poderosas para volarlos en sangrientos pedazos.
Así pues, la estética del universo de Doom es cruda y llena de sangre y entrañas. Después de todo, son demonios y llevan consigo el infierno a donde sea que vayan. Tu trabajo, como soldado espacial, es expulsarlos a la fuerza.
En su versión moderna, Doom te ofrece una experiencia de un solo jugador a la antigua. La historia está en función de la experiencia y la emoción de hacer estallar a los villanos o librar batallas con armas de fuego, subiendo de nivel hasta que te vuelvas el jefe final del juego. Es una prueba frenética y brutal, pero en el mejor sentido posible.
Para entender la atmósfera que Doom trata de evocar, preguntate lo siguiente: ¿Qué pasaría si la portada de un disco de los años ochenta se volviera un mundo en el que tuvieras que abrirte paso a disparos? Tiene tantos esqueletos, cuernos, sangre y fuego que no es caricaturesco, sino que está consciente de sus propios excesos y lo hace de una forma muy honesta.
Doom sabe cómo llevar las cosas a un extremo y se las arregla para que la violencia exagerada se vuelva tan estilizada y frenética que ni siquiera se acerque a lo realista, que es precisamente lo que busca.
No te confundas: aunque sea una campaña con una historia de trasfondo, Doom es un juego de acción de un solo jugador que fue creado para que sientas la emoción de matar horribles monstruos a un ritmo en el que puedas volarlos y huir a la defensiva.
Los niveles y la inteligencia artificial fueron diseñados para divertir a una sola persona, como sucedía antaño, sólo que ahora tienen gráficos nuevos y asombrosos, así como una excelente banda sonora.
La serie de Battlefield ha sido hasta ahora un juego que ofrece una experiencia JcJ más que de un solo jugador. En Battlefield 1 la desarrolladora EA DICE efectuó un cambio para darle al jugador una serie de historias cortas que tienen lugar en un entorno realista de la Gran Guerra. Así es: en la Primera Guerra Mundial, no la segunda.
Al terminar el conflicto, se pensó que sería el final de todas las guerras, pues había cobrado una terrible cuota en vidas humanas, pero la historia traicionó el optimismo general y no pasaron más de veinte años antes de que estallara la siguiente guerra mundial, que eclipsó a la anterior hasta dejarla casi en el olvido.
Battlefield 1 permite que el jugador tenga la sensación de estar usando las armas obsoletas, pero reconocibles de la Primera Guerra Mundial, mas no lo hace por medio de una historia muy compleja, sino a través de una serie de cuentos en distintos estadios de la guerra, cada uno con un giro emotivo. En lugar de ser una narración continua, presenta una serie de episodios aislados que pintan una imagen completa.
La Primera Guerra Mundial fue la primera guerra “moderna” con artillería, armas mecanizadas y ataques aéreos, pero estos últimos consistían en biplanos de hélices, mientras que las armas automáticas eran rifles monotiro y versiones arcaicas de ametralladoras. En una de las misiones, debés pilotear una paloma mensajera que lleva información importante.
Battlefield 1 toma ese tipo de realidad y la convierte en una experiencia en primera persona, un cambio refrescante entre todas las simulaciones de combate de la Segunda Guerra Mundial que conforman el mundo de los juegos FPS.
Cada viñeta o episodio se cuenta desde una perspectiva muy humana que le da al jugador una idea del alcance que tuvo la Primera Guerra Mundial y cómo, al igual que todas las demás guerras, fue un conjunto de historias personales, algunas gloriosas y otras trágicas. Es una experiencia interesante al mismo tiempo que una clase de historia.
En Deus Ex: Mankind Divided, serás un agente cyborg que vive en las peligrosas calles de una ocupada Praga a medio quemar en un futuro ciberpunk distópico. Tu papel es el del sigiloso, intrépido y súper maniobrable Adam Jensen, a quien deberás guiar en una aventura de rol en primera persona para que hable a personajes no jugadores (PNJ), reúna información que desbloquee las misiones y avance en la historia, gane experiencia y evolucione.
El juego te da un sentido de control e identidad en la forma de este animoso héroe de acción cyborg. Utilizar tus “aumentos cibernéticos” como medios especiales de ataque y defensa (cosas como la Armadura Titán, el Brazo Tesla o la lanza navajas nanobótica ensamblada en tu muñeca) es como tener superpoderes.
El bien calibrado sistema de costo de energía de Deus Ex equilibra el combate pero le da al jugador un sentido de propósito cuando lo emplea de forma correcta. Es espectacular verlo en acción.
A medida que la emocionante trama se complica y tus decisiones sobre cómo interactuar con los personajes te conducen a distintas misiones y caminos, descubrirás que puedes acercarte a tus objetivos de varias maneras: moviéndote como un gato a través de los tejados y callejones de Praga, pirateando sistemas de seguridad o usando la fuerza bruta.
Es una experiencia continua y muy interesante dentro del juego. Eidos Montréal logró combinar con eficacia decisiones de diálogo de los juegos de rol, acción y suspenso. La única queja de quienes han jugado su versión anterior es que termina igual, pero hay una mejoría en casi todos sus aspectos, en la interfaz y en que los controles están mucho más pulidos, así que el veredicto es: “más de lo mismo pero mejor”.
El juego de acción y aventura Dishonored 2 de la desarrolladora Arkane ha hecho una buena secuela por duplicado. Dishonored tenía una filosofía y diseño de “juega a tu estilo” que permitía que el usuario entrara en la historia y persiguiera sus objetivos de muchas formas distintas.
Podías elegir el sigilo y evadir el peligro, como también optar por la acción o una mezcla de ambos. Dishonored 2 lleva este enfoque todavía más lejos: no habrá un solo juego que sea igual, aunque hagas lo mismo dos veces.
En Dishonored 2 podés ser la Emperatriz Emily Kaldwin o su padre y protector Corvo Attano. Esta decisión la debés tomar al principio del juego y es la más importante.
Aunque es la misma historia de principio a fin, las sutiles diferencias en las habilidades de cada avatar tienen un impacto en tu desempeño. El cambio de perspectiva modifica la experiencia y tu punto de vista sobre quién es el verdadero protagonista de la historia.
Dishonored 2 se desarrolla en un mundo donde la ciencia ficción y la magia se funden con las intrigas palaciegas de la ciudad de Dunwall, en el imperio ficticio de Las Islas, donde la malvada tía de Emily, una poderosa bruja, planea apoderarse del trono.
Aunque parezca genérico, la acción y la experiencia no lo son. Tiene una historia enorme que podés explorar y probar. Se divide en capítulos o misiones al estilo sandbox, en una ciudad abierta donde podés encontrar magia y tecnología. Podrás jugar de 12 a 16 horas en la piel de Emily o Corvo, y prepararte para volver a hacerlo mientras exploras distintas opciones y caminos.
Desde su lanzamiento en 2007, puede que la idea de jugar BioShock en la actualidad te parezca anticuada, pero estarás feliz de equivocarte. BioShock sacudió al mundo de los videojuegos: tomó el sistema FPS y lo usó para contar una historia que en realidad no podría contarse de ninguna otra forma. Es tanto una novela interactiva como un examen de filosofía y moral, así como una película de acción, todo en uno. No fue el primer FPS en integrar el juego de rol y de sigilo para darnos una jugabilidad de “historia interactiva”, pero sí fue uno de los primeros en hacerlo de forma tan revolucionaria.
En cuanto a la trama, es una epopeya de ciencia ficción que tiene lugar en un ficticio 1960. El científico industrialista Andrew Ryan, bajo la influencia de la filosofía objetivista de Ayn Rand, construyó una ciudad submarina llamada Rapture, donde se recluye para reconstruirla y volverla una utopía.
Como podrás imaginar, las cosas no resultan: los experimentos genéticos, la división de clases y la presunción vuelven a esta nueva Atlantis un mundo más distópico que nada. El innovador uso que hace el juego de un motor moral que evalúa las decisiones del usuario sirve para contar distintas historias en el ínter.
La mayor parte de los juegos de esta lista le deben mucho a las invenciones de BioShock. Si te lo has perdido, vale la pena que lo descubras.
En 2012, la desarrolladora Ubisoft lanzó Far Cry 3 y se arriesgó con la serie al optimizar y expandir su singular punto de vista. Esta serie no es exactamente un universo compartido, sino más bien un enfoque compartido de jugabilidad y de diseño de videojuegos.
Los juegos, bautizados en honor al motor que se desarrolló usando CryEngine, son entornos de mundo abierto en el cual el jugador se encuentra solo en medio de alguna agreste tierra salvaje.
En Far Cry 3, se trata de una isla con piratas y malvados traficantes de esclavos donde tu supervivencia está en constante riesgo, mientras una trama gigantesca se va revelando. Sigue siendo uno de los mejores de la serie.
Fallout 3 es el tercer episodio de la serie de videojuegos Fallout, aunque el primero que se desarrolló en el legendario estudio Bethesda, luego de que lo compró a Interplay, su desarrolladora original. Es un juego de rol de acción post apocalíptico que, a pesar de ser una tercera parte, se podría considerar como el primero de una serie renovada con su propio estilo.
Los juegos anteriores habían sido presentados en tercera persona, con gráficos 2D isométricos en una perspectiva aérea. En Fallout 3, Bethesda cambió el género de la franquicia y lo hizo FPS, lo cual otorgó una experiencia más inmersiva y dio pie a la franquicia moderna que es hoy.
La interfaz o guía del usuario Pip-Boy 300 tiene un estilo de la década de 1950 que se volvió icónico en el mundo de los videojuegos. Aunque nunca hayas jugado Fallout es probable que hayas visto su rostro angelical sonriendo, a la manera de una caricatura de la época, en poleras u otras mercancías en tiendas de videojuegos.
Existe una razón por la que la marca Fallout está en todo tipo de mercancías, incluyendo artículos de escritorio personalizados, y es que simplemente es muy bueno. Si nunca lo has jugado, preparate a darte un gusto mientras tomás una lección de historia y aprendés lo divertido que puede ser sobrevivir al apocalipsis.