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Detené todo lo que estás haciendo por un momento. Pensá en cuán fluidas son nuestras experiencias digitales modernas: te proporcionan todo lo que necesitás, justo donde y cuando lo querés. Podés compartir instantáneamente este blog en tus redes sociales con un solo clic, permitir que tu aplicación de correo electrónico acceda a tu calendario, y compartir los datos de fitness de tu reloj inteligente con tu proveedor de atención médica.
Existe un actor detrás de escena que lo potencia todo: una API. ¿Cómo funciona una API? Mejor aún, ¿qué es realmente una API? Ya seas un ingeniero de software, un programador aficionado, o simplemente alguien que quiere saber más sobre el término esencial en cada discusión de software, nosotros te bancamos. Vamos a guiarte a través del emocionante mundo de las APIs.
La sigla API significa "Interfaz de Programación de Aplicaciones". La palabra clave aquí es que es una "interfaz", un puente entre dos softwares. Una aplicación puede usar una API para obtener información de otra aplicación. Esa información puede tomar muchas formas, podría ser datos o el software en sí.
Una API es, por lo tanto, un simple enlace que conecta dos cosas, permitiendo que la información fluya de un software a otro. La API es como un traductor entre dos entidades, un software con el conocimiento del conjunto de reglas (los protocolos de comunicación) que cada uno utiliza para facilitar el intercambio de información. Como un buen intermediario, nunca se interpone, sino que transmite toda la comunicación.
Intentemos entender cómo funcionan las APIs a través de una (deliciosa) comparación en el mundo real. Érase una vez: Imaginá que terminaste de comer una pizza deliciosa con mucho queso que te trajeron a tu casa en una helada noche de invierno, estás acurrucado en tu cama y están pasando tu programa favorito. El fin de semana perfecto. Sería genial actualizar tu estado en las redes sociales con una foto en primer plano del queso derritiéndose para que se les antoje a tus amigos, pensaste. Alcanzaste tu teléfono, abriste la aplicación de entrega de comida y pulsaste el botón para compartir tus comentarios, tus dedos aún llenos de suave mozzarella.
En este punto, la aplicación de entrega de alimentos utilizó una API para comunicarse con el servidor de las redes sociales. La API estableció una conexión entre las dos partes y comenzó a obtener información. La aplicación te llevó a una página de inicio de sesión. Luego publicaste una foto y le contaste a tus amigos lo buena que estaba la pizza. ¡Todo sin salir de la aplicación de entrega de comida!
Realmente es un triunfo para todos: además de poder compartir tus aventuras gastronómicas con el mundo al instante, la API simplificó enormemente el desarrollo de software para los programadores de la aplicación de comida. Les ahorró el enorme esfuerzo de desarrollar un código complejo para comunicarse con el servidor de las redes sociales y en su lugar pudieron delegar la tarea a una API para manejarlo todo por ellos. El resultado: un tiempo de desarrollo significativamente reducido y una mayor eficiencia del software.
En nuestro ejemplo de la pizza, la API esencialmente hace de puente entre una aplicación y un servidor web remoto; se llama a esto una API web. Se ejecutan APIs similares cada vez que usás un navegador para acceder a un sitio web, realizar una videollamada o comprar en línea. El navegador realiza llamadas a la API a los servidores para obtener la información deseada.
Esto es solo una pequeña muestra del poder de las APIs, que abren un mundo de posibilidades para los usuarios de aplicaciones y los desarrolladores de software. Una API enlaza diversas experiencias y elimina parte de la complejidad del desarrollo de software.
Las APIs web son solo uno de los muchos tipos diferentes de APIs que todos usamos, consciente o inconscientemente, todos los días.
APIs abiertas: Una API abierta, fiel a su nombre, está abierta, es decir, disponible en el dominio público para que cualquiera la use. Tales APIs se utilizan muy comúnmente en aplicaciones bancarias y de salud. Muchas empresas crean APIs abiertas para permitir que otras organizaciones accedan a sus sistemas internos de manera controlada. La API abierta presenta una interfaz simple y única para cualquiera que desee utilizar los recursos que se encuentran en el backend (y que pueden no ser públicamente accesibles).
Las APIs abiertas son excelentes formas de acelerar el desarrollo de nuevos productos y servicios con socios externos. Podés encontrar excelentes APIs abiertas en GitHub y otros directorios de APIs en la web. Las APIs bien conocidas como Twitter API y Youtube API se pueden acceder directamente desde las secciones de desarrolladores en sus respectivos sitios web.
APIs de navegadores: Todos los navegadores, incluyendo el que estás utilizando para leer este artículo, utilizan varias APIs de navegadores para acceder a los datos. Los navegadores modernos son capaces de manejar una serie de tareas computacionalmente complejas, como reproducir videos y música, y procesar datos de geolocalización. Las APIs incorporadas en el navegador lo hacen todo posible. Mozilla, Microsoft, Apple y Google Chrome proporcionan algunas excelentes APIs de navegador, que pueden ser útiles cuando estás creando extensiones de navegador.
APIs de Android/iOS: Todos los sistemas operativos móviles, incluyendo Android e iOS, ofrecen APIs incorporadas para que los desarrolladores de aplicaciones las utilicen. Las APIs permiten a los desarrolladores de aplicaciones acceder a los sensores en el dispositivo del usuario, como el micrófono, la cámara o el giroscopio. Si sos un desarrollador que quiere crear una nueva aplicación de chat innovadora, podrías usar una API para acceder al chip del módem del móvil para establecer conexiones de red con tu servidor en la nube.
Hay muchos beneficios de esta función. Protege la seguridad del dispositivo del usuario subyacente. También ayuda a los desarrolladores a crear rápidamente aplicaciones sin preocuparse por crear el código necesario. ¡Sin las APIs, los desarrolladores tendrían dificultades para crear las poderosas aplicaciones que todos amamos! Accedé a la Referencia de la API de Android y a la Documentación del desarrollador de Apple para obtener más información sobre estas APIs.
APIs REST: REST significa Representational State Transfer (Transferencia de Estado Representacional, por sus siglas en inglés). Básicamente, es un conjunto de pautas para las APIs. Estas son utilizadas por el software del cliente para solicitar a un servidor los datos, que este último envía en un formato estructurado. Las APIs REST utilizan HTTP ("HyperText Transfer Protocol" o "Protocolo de Transferencia de Hipertexto") y URLs para funcionar. Estas son muy utilizadas en la web y son una parte integral de la mayoría de los sitios web de comercio electrónico.
SOAP: Simple Object Access Protocol (Protocolo Simple de Acceso a Objetos) es una alternativa a REST que también es más compleja. Al igual que REST, utiliza datos estructurados, pero a diferencia de REST, solo admite un formato fijo. Mientras que REST es más un estilo para la arquitectura de las APIs, SOAP es un protocolo real.
APIs internas: Estas son APIs privadas que son estrictamente para uso interno de una organización y nunca se ponen a disposición en el dominio público. Estas APIs simplifican las interacciones entre los equipos internos de una empresa. Contactá a tu equipo de IT para acceder a un directorio de las APIs internas de tu empresa.
APIs externas: Las APIs externas son extremadamente comunes y son una excelente manera para que una empresa exponga alguna funcionalidad fuera de la empresa. Esto ayuda a terceros a integrar las ofertas de la empresa en sus propios productos y servicios. ¿Recordás la historia de la pizza? Debes agradecer a una API externa en este caso. Para acceder a las APIs externas de una empresa, explorá los recursos para desarrolladores en su sitio web o ponete en contacto con ellos.
Las APIs han simplificado tremendamente el desarrollo moderno de software y aplicaciones. Los desarrolladores ya no necesitan estar al pendiente de cada aspecto del código cuando algunos se pueden obtener a través de una API segura y confiable, aprovechando la experiencia del código probado que ya ha demostrado funcionar.
Esto lleva a un menor tiempo de desarrollo, costos más bajos y un software que también es más escalable y eficiente.
Si dirigís un negocio, las APIs pueden ayudar a agregar funcionalidad adicional a tus activos digitales. Los creadores de contenido pueden integrar paywalls en sus sistemas para monetizar sus ofertas, y los sitios web de comercio electrónico pueden aprovechar las APIs para administrar pasarelas de pago para sus clientes. Las APIs también pueden automatizar tareas tediosas y repetitivas (como la entrada de datos entre dos sistemas incompatibles) que de otro modo serían propensas a errores humanos.
Así que decidiste crear tu propia API. El primer paso es definir todos tus objetivos y requerimientos y decidir el tipo de API que será más adecuado. Las APIs públicas amplían enormemente el alcance de tu software, ayudando a crear todo un ecosistema alrededor de tu producto, mientras que las APIs privadas son más adecuadas para intercambios que involucran datos confidenciales.
El siguiente paso implica elegir un estilo arquitectónico. REST y SOAP son algunos de los marcos más comunes. Al comenzar a programar tu API, es imperativo incorporar la seguridad desde el diseño desde el principio para minimizar las vulnerabilidades. Constantemente probarás tu API para optimizar su rendimiento.
Al embarcarte en tus aventuras con las APIs, necesitarás una máquina lo suficientemente capaz para ser tu ayudante de confianza. La notebook ideal debería tener un procesador rápido y suficiente RAM para manejar la carga de trabajo; normalmente tendrás varias aplicaciones y herramientas abiertas cuando estés programando.
La Notebook HP OMEN 16-b1004lar cuenta con un procesador Intel® Core™ i7 de 12ª generación ultrarrápido y 32GB de RAM DDR5-4800 MHz para reducir drásticamente el tiempo de compilación del código. También tiene una gran pantalla Full QHD de 16.1 pulgadas, que es súper conveniente, ya que pasarás horas mirando la pantalla, creando tu obra maestra de la API. La OMEN incluye una GPU NVIDIA® GeForce RTX™ 3070 dedicada para trabajos intensivos de gráficos y desarrollo de software basado en aprendizaje automático.
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La mayoría de nuestras experiencias de conectividad actuales se deben a las APIs. Son una herramienta poderosa para que las empresas integren funcionalidades mejoradas en sus ofertas sin incurrir en costos adicionales y simplifican drásticamente el desarrollo de software.
Si sos un programador que se adentra en el emocionante mundo de la programación de APIs para crear tus propias APIs revolucionarias, te respaldamos con notebooks potentes para apoyarte en este increíble viaje. ¡Buena suerte!