Esta estafa involucra no solo a la plataforma Facebook, sino también a Uber. Este es uno de los esquemas más novedosos que existen actualmente y de los que hay que cuidarse más.
Las víctimas suelen ser personas que están vendiendo algo en Marketplace, como una notebook, desktop, bicicletas, tabletas, accesorios de tecnología, entre otros.
El supuesto cliente buscará comunicarse con el vendedor y mostrarle que está interesado en el producto que vende. Este puede usar un perfil falso en Facebook o robar una cuenta de Facebook real. Cuando el estafador se contacte con el vendedor, buscará que la conversación se traslade a WhatsApp, para “ponerse de acuerdo”.
Durante la conversación en WhatsApp, el estafador dirá que quiere hacer la transacción ese mismo día, que no tiene inconvenientes y que te envía sus credenciales para que no te sientas inseguro. Esas credenciales tienden a ser de un militar o alguien que está estudiando en el colegio militar, o de alguna otra persona. Dichos documentos posiblemente fueron robados en algún esquema de
phishing o en la estafa de renta de inmuebles.
Lo siguiente será que el estafador mandará comprobantes de que realizó una transferencia a la cuenta bancaria del vendedor, pero si este último revisa su cuenta, el dinero no aparecerá.
En este momento, el criminal llamará al vendedor para decirle que ya hizo la transferencia y que si puede darle su dirección para pasar por el producto que acaba de comprar. Durante la llamada dirá que ya pidió un Uber y que se aproxima al domicilio del vendedor, para que este entregue el producto.
El dinero jamás caerá a la cuenta del vendedor, porque la transferencia es de un cheque sin fondos o porque el comprobante fue alterado con Photoshop. Mientras ocurre la llamada, el estafador presionará a que envíe el producto en el Uber, ya que la transferencia monetaria “no tardará en llegar”. El vendedor procede a entregar el producto, pero el dinero por la transacción jamás será recibido.
Normalmente, aquí suele terminar la estafa, pero también puede ocurrir lo siguiente: alguien más fingiendo ser del SAT o de una institución bancaria se contactará con el vendedor para decirle que hubo un problema con la transferencia bancaria.
Para “liberar el dinero”, el supuesto trabajador del SAT o de la institución bancaria le solicitará hacer una transferencia a otra cuenta bancaria, para que “el dinero se libere”. Sin embargo, esto no pasará, el SAT o las instituciones bancarias jamás te solicitarían una transferencia monetaria por teléfono.
Después de que el vendedor entregó el producto y el dinero para liberar su pago, el estafador amenazará a la víctima con videos violentos para asegurarse de que no se interponga una denuncia. También se amenaza a la víctima por la posesión de información sensible, como su dirección.