¿Para qué trabajamos? Por lo general, se considera que un buen empleo es aquel que ofrece un salario bien remunerado y atractivas prestaciones sociales. No obstante, el valor monetario en ocasiones no alcanza para que los empleados permanezcan en una empresa o para captar nuevo talento.
Por ejemplo, una persona puede estar en un puesto con un buen salario, pero un ambiente laboral hostil o pocas posibilidades de crecimiento y desarrollo harán que considere cambiar de empleo.
Por otro lado, puede que esa persona acepte trabajar en una startup con un sueldo menor, pero en un puesto que lo desafíe constantemente, un lugar cuyos valores estén alineados con los suyos.
Esto va más allá de una percepción, de acuerdo con el grupo internacional enfocado a Recursos Humanos, Randstad, en su estudio Employer Brand Research 2021 encontró que el 96% de los entrevistados coincide en que la alineación de valores personales con la cultura de una empresa es un factor clave para sentirse satisfechos trabajando en esta.
Además, 23% de los oficinistas entrevistados expresaron su intención de cambiar de empleo. Aquí es donde el salario emocional entra en juego.
En el sitio web de Los Mejores Lugares para Trabajar® se define el salario emocional como “la retribución, no monetaria y adicional, que el colaborador recibe a cambio de su trabajo”. Se asocia con la satisfacción de necesidades personales, profesionales y familiares para mejorar su calidad de vida”. Así pues, se trata de aquellas prestaciones adicionales pensadas en el bienestar del empleado.
Si bien el bienestar laboral es un tema que se ha estudiado previamente desde disciplinas como la psicología del trabajo, los cambios en el mercado laboral, la presencia de pequeñas, medianas empresas y startups, la movilidad a raíz de la pandemia, así como la manera en que se ha modificado la percepción del empleo a lo largo de las generaciones ha ocasionado que actualmente el salario emocional cobre mayor relevancia dentro de las empresas.
A lo largo de este artículo te mostraremos algunas de las principales formas en que se manifiesta el salario emocional, los beneficios que conlleva y las claves para implementarlo, especialmente dentro de pequeñas y medianas empresas.
Ejemplos de salario emocional
Puede que promover el bienestar del empleado parezca algo demasiado amplio como para visualizarlo en acciones concretas, pero en realidad es más sencillo de lo que crees.
Regresando a la encuesta de Randstad, entre los cinco factores más importantes al elegir un empleador, en Latinoamérica se valora la progresión de carrera (70%) , atmósfera agradable de trabajo (69%) a la par del salario y prestaciones atractivas (69%).
Tomando en cuenta estos factores, así como otros igualmente valorados por los empleados, a continuación te presentamos algunos ejemplos en concreto:
Desarrollo profesional: desde cursos y capacitación que refuercen sus habilidades, certificaciones, retroalimentación, apoyos para estudiar, facilidades para asistir a eventos relevantes en el área en cuestión. En general la posibilidad de mejorar el perfil profesional.
Horarios flexibles: esto puede traducirse en distintas medidas, desde cierta cantidad de horas libres dentro del horario de trabajo, la asignación de cierta cantidad de horas obligatorias, sin importar el horario o incluso el teletrabajo.
Espacio agradable: una iluminación adecuada, equipo en buen estado y actualizado, una atmósfera agradable, muebles ergonómicos y amenidades.
Comunicación: generar y promover canales de comunicación directa con los directivos de la empresa, espacios para compartir las inquietudes de los empleados, eventos y prácticas que permitan fortalecer las relaciones interpersonales en el equipo.
Ahora bien ¿cómo se traducen estas medidas en el flujo de trabajo de una empresa? El salario emocional no sólo apoya a los empleados y crea mejores condiciones laborales; también beneficia a la empresa a medida que sus trabajadores responden a estas prestaciones agregadas.
Efectos en los empleados
Aumento en la motivación: al encontrar un ambiente agradable donde puedan desarrollar sus habilidades, los empleados cuentan con estímulos para desempeñar su trabajo.
Personalización: el salario emocional puede atender necesidades específicas de cada miembro para hacer que cuente con las herramientas adecuadas para cuestiones específicas de su labor y sus necesidades.
Balance entre la vida personal y laboral: condiciones más flexibles permiten que los trabajadores encuentren el tiempo necesario para las distintas esferas de su vida.
Reducción del estrés: la resolución eficiente de problemas cotidianos en el trabajo significa un menor nivel de estrés.
La respuesta para la empresa
Así, los puntos anteriores se traducen en reacciones positivas que a su vez traen beneficios a las empresas:
Compromiso y sentido de pertenencia: los empleados sienten que son escuchados y sus inquietudes atendidas, lo que a su vez les permite identificarse con la empresa y sentirse miembros valiosos dentro de la misma.
Disminución del ausentismo: un empleado motivado y realizado tendrá interés por su trabajo. Además, con las medidas necesarias podrá atender cuestiones personales en los espacios asignados para ello.
Menor rotación de personal: a medida que los trabajadores se sientan realizados e identificados con la empresa es menos probable que renuncien o cambien de empleo.
Mayor productividad: al tener interés y motivación en el trabajo resulta más sencillo que los equipos estén enfocados y por lo tanto sean más productivos.
Estrategias para implementar el salario emocional en tu empresa
Hasta este momento hemos hablado de distintas acciones y beneficios, pero también es importante implementar medidas que mejoren el salario emocional de tu empresa siguiendo una estrategia clara que se pueda transformar en un plan de acción realista y, sobre todo, eficiente.
En primer lugar, es fundamental conocer las necesidades de tus trabajadores y las áreas de oportunidad donde se puedan aplicar mejoras a favor del bienestar laboral.
Si la idea es generar un impacto positivo, primero es importante saber dónde aplicarlo. Existen diferentes métodos para que puedas obtener la opinión de tus empleados, como encuestas, un buzón de quejas o entrevistas directas.
También es conveniente ajustar tu plan de acción a tus posibilidades, ya sea en presupuesto o en infraestructura. Se pueden obtener cambios importantes sin invertir grandes sumas siempre y cuando te enfoques en los objetivos que quieres lograr y, a partir de ahí, considerar las alternativas que puedes aplicar.
Una vez que hayas diseñado un plan y lo lleves a cabo, lo siguiente será medir los resultados para saber en qué medida dicho plan ha sido efectivo o si es necesario realizarle ajustes.
Por otra parte, es importante dar seguimiento a fin de conocer los resultados que las medidas en cuestión tendrán a largo plazo, así como asegurarse de que sean funcionales, eficaces y equitativas.
En conclusión
El salario emocional es una de las bases para generar compromiso, sentido de pertenencia y motivación en una empresa, por lo tanto es vital para retener el talento y aumentar la producción.
No todos los equipos tendrán las mismas necesidades, ni las mismas posibilidades, por lo que es necesario implementar una estrategia detallada a fin de lograr un impacto significativo acorde al contexto.
En lo que respecta al salario emocional, no se trata de ofrecer beneficios monetarios extra; sino de aplicar políticas y programas que reflejen la cultura de la empresa y apoyen al empleado a convertirse en la mejor versión de sí mismo.
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