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La manera en que gestionamos y canalizamos nuestras emociones tiene un impacto poderoso en nuestra vida personal y profesional. Las emociones negativas pueden causar estrés y desviar el enfoque de energía de comportamientos productivos. No obstante, varios estudios han demostrado que el Mindfulness puede ser una solución para la ansiedad laboral y para incrementar la productividad, algo que muchos buscan.
En este artículo, explicaremos qué es el Mindfulness, cómo dar los primeros pasos y los beneficios que puede aportar a tu entorno laboral.
El Mindfulness, o atención plena, se define simplemente como estar concentrado y presente en la mente y en el espacio de trabajo. Puede describirse como una conciencia interior y exterior de uno mismo, de los demás y del entorno. La atención plena implica ser consciente. Cuando practiques Mindfulness en casa o en el trabajo, te convertirás en una mejor versión de ti mismo.
Las personas que intentan realizar varias tareas a la vez pueden ser menos eficaces en comparación con aquellas que se centran en una sola cosa hasta terminarla. En ese sentido, quienes han recibido formación en esta disciplina expresan que son más conscientes de cómo funciona su propia mente, ven cómo sus propios “filtros” afectan a sus percepciones y, por lo tanto, a las decisiones que toman.
En pocas palabras, la meditación es una forma de entrenar la mente. En ocasiones nuestros pensamientos pueden desviar la atención: pensamos en el futuro, nos detenemos en el pasado, nos preocupamos, fantaseamos, nos inquietamos o soñamos despiertos. Contrariamente a la creencia popular, esto no significa que haya que dejar de pensar. De hecho, las investigaciones sugieren que nuestra mente divaga de forma natural alrededor del 50% del tiempo.
Ser capaz de entrenar la atención focalizada significa ser capaz de dirigir tu atención, ser consciente de cuándo tu mente ha divagado y, a continuación, ser capaz de redirigir tu atención. La meditación Mindfulness nos devuelve al momento presente y nos da las herramientas que necesitamos para estar menos estresados, incluso ser más amables con nosotros mismos y con los demás.
Esta capacidad de estabilizar y dirigir la mente es especialmente importante cuando nos sentimos estresados, distraídos o abrumados. Sea cual sea la situación, la capacidad de calmar y centrar una mente ocupada puede ser beneficiosa. Una práctica específica de Mindfulness que nos permite experimentar la calma y la concentración de forma muy directa es el entrenamiento de la atención focalizada.
En un entorno de trabajo acelerado, es fácil dejarse llevar por los pensamientos y olvidarse de prestar atención al cuerpo y al entorno. Practicando la atención plena, podemos aprender a mantenernos presentes y concentrados en la tarea que tenemos entre manos. Esto puede ayudarnos a ser más productivos y eficientes en el trabajo.
Además, el Mindfulness puede ayudar a promover una sensación de calma. Cuando somos más conscientes de nuestros pensamientos y sentimientos, podemos gestionarlos mejor. Como resultado, la atención plena en el trabajo puede tener un impacto positivo en nuestra salud mental.
Practicar Mindfulness puede mejorar tu bienestar físico y mental, pero es importante tener en cuenta que es necesario practicarla con regularidad (preferiblemente todos los días) para lograr beneficios duraderos. Conoce los 4 pasos para comenzar:
Para hacer esta meditación primero necesitas encontrar un lugar cómodo. Siéntate en una posición erguida pero relajada y concentrate en tu respiración. Presta atención a cómo te sientes y escucha el sonido de tu respiración, siente cómo tu pecho se expande y contrae.
No te frustres si surgen pensamientos que te distraen. Sé consciente de que te estás distrayendo y centrate en la respiración de vuelta. Intenta hacerlo durante al menos un minuto.
Cuando dedicas tiempo a practicar el Mindfulness en el lugar de trabajo serás capaz de concentrarte en una cosa a la vez. Básicamente, habrás reestructurado tu forma de pensar enfocándote en el presente y estando tranquilo.
Concentrate en completar una tarea cada vez lo mejor que puedas. El ritmo y las exigencias del trabajo pueden fragmentar nuestra atención y hacernos sentir demasiado apurados o abrumados, lo que podría reducir la calidad de nuestro trabajo.
Si aún así te distraes, no te sientas culpable. Simplemente reconoce la distracción y centrate de vuelta en la tarea que tienes por hacer.
Las vidas ajetreadas, las redes sociales y nuestra creciente dependencia de la tecnología pueden dificultar la concentración. Recupera la concentración prestando más atención a lo que ocurre a tu alrededor.
Dedica un tiempo a ser más consciente de las maravillas que te rodean. Prueba esta meditación:
Siéntate, hazlo de forma que no te distraigas y enfoques toda tu atención a lo que te rodea.
Mira a tu alrededor: de un lado a otro, detrás y delante de ti, arriba y abajo.
Escucha sonidos suaves y fuertes, cercanos y lejanos.
Experimenta plenamente los olores.
Siente la temperatura, el aire, el suelo, las cosas que te rodean, etc.
Toma conciencia de más de una sensación a la vez e intenta integrarlas todas al mismo tiempo sin dar prioridad a una sobre otra.
No dejes que tus impresiones se vean limitadas por etiquetar las cosas que percibes, tienes que ser consciente de tu experiencia.
Otra forma de practicar la atención plena en tu vida es pensar de forma diferente sobre una actividad que realizas habitualmente. Por ejemplo, archivar papeles, lavar los platos o barrer las hojas de la vereda.
Presta atención a los detalles de la tarea. Por ejemplo, siente el papel entre los dedos, experimenta la sensación del agua caliente en tus manos o escucha el movimiento de las hojas. Así evitarás que tu mente se distraiga con otros miedos o preocupaciones. Intenta concentrarte de este modo durante al menos cinco minutos, descubrirás que puedes disfrutar de la actividad y te sientes con mentalidad positiva al terminar.
El Mindfulness puede transformar el espíritu de equipo en el lugar de trabajo. Con una práctica regular puedes aumentar la inteligencia emocional, la productividad y la confianza, al tiempo que reduces los factores negativos, como el estrés laboral y el absentismo.
La forma en que el Mindfulness se relaciona con la productividad depende de la naturaleza y el tipo de tarea a realizar: algunos procesos de Mindfulness son beneficiosos en distintos tipos de trabajo, mientras que otros son más específicos. Por ejemplo, la reducción de los pensamientos repetitivos y la mejora en la regulación de las emociones, estos pueden ser clave para el rendimiento en trabajos con un alto contenido emocional.
También se ha observado que el Mindfulness se asocia a un menor número de errores cognitivos (como olvidos, distracciones y equivocaciones), lo que sugiere que puede mejorar el rendimiento y reducir el número de accidentes.
La formación en mindfulness puede mejorar el bienestar de los individuos, pero es más habitual que repercuta en el equipo de trabajo. Un lugar de trabajo consciente puede ayudar en la reducción del estrés y aumentar la satisfacción laboral. De hecho, permite a los empleados responder eficazmente a situaciones difíciles y se ha demostrado que tiene un efecto positivo sobre el agotamiento, así como la tensión emocional.
La capacidad de afrontar situaciones difíciles es fundamental para el bienestar laboral. Durante los periodos estresantes, los empleados con altos niveles de resiliencia son capaces de perseverar para seguir comprometidos y productivos. El Mindfulness puede favorecer la resiliencia en el lugar de trabajo al dotar a los empleados de la capacidad de comprender sus emociones, sus niveles de estrés y su capacidad para influir en ellos.
La creatividad es esencial para la innovación y la resolución de problemas. Sin esta habilidad, no se desarrollarían nuevos productos y servicios, incluso ni se mejorarían los procesos.
Está demostrado que existe un vínculo entre el Mindfulness y la creatividad, cuando las personas controlan mejor sus emociones, experimentan menos estrés y pueden ser más creativas. De hecho, está disciplina puede favorecer el pensamiento creativo a través de una mayor concentración y generación de ideas.
Al fomentar el pensamiento divergente se generan soluciones más innovadoras a los problemas empresariales. En otras palabras, la meditación abre la mente a la inventiva. Además, la práctica del Mindfulness mejora la atención facilitando el registro de la novedad y utilidad de las ideas.
Introducir la atención plena en el lugar de trabajo es beneficioso a varios niveles. Invertir en el bienestar y la resiliencia de todos los empleados es, sencillamente, lo correcto. Además, el Mindfulness es una inversión empresarial sólida que puede reportar dividendos: permite a las empresas reducir el estrés, disminuir la rotación de personal, mejorar la productividad, contratar a los mejores talentos y aumentar la innovación.
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