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El futuro de la computación de alto rendimiento es muy prometedor para el paisaje tecnológico global. A lo largo de los años, el rápido progreso ha acelerado la carrera hacia la creación del supercomputador más capaz. Hoy, el supercomputador más poderoso del mundo reside en Japón, en el Centro RIKEN de Ciencias Computacionales. Mañana podría ser una historia completamente diferente [1].
La constante evolución de la tecnología es lo que mantiene alerta a los usuarios ocasionales y avanzados. La terminología cambia continuamente a medida que las innovaciones cobran vida y la tecnología modificada adquiere más fuerza. Mientras nos acercamos a la cuarta revolución industrial [2], el estado del supercomputador nos aproxima a un futuro gobernado por operaciones de coma flotante por segundo (FLOPS, por sus siglas en inglés).
Pero, ¿qué es exactamente FLOPS? ¿Cuál es la diferencia entre teraFLOPS y petaFLOPS? ¿Cómo se utilizan y qué indican sobre el futuro de la supercomputación de alto rendimiento? Echemos un vistazo a FLOPS y respondamos todas esas preguntas.
FLOPS (operaciones de coma flotante por segundo), es la unidad de medida que calcula la capacidad de rendimiento de un supercomputador. Las operaciones de coma flotante solo se pueden ejecutar en equipos con registros de coma flotante integrados.
El rendimiento promedio del procesador de un computador se mide en megahercios (MHz) para calcular su velocidad de reloj. Dado que los supercomputadores son mucho más capaces en lo que respecta al rendimiento energético, el método con el que se calcula el rendimiento debe basarse en una escala considerablemente mayor.
Los tecnólogos se refieren a esta medición de picos de rendimiento teórico como “Rpeak”. Una lectura de FLOPS por sí sola no es suficiente para medir con precisión el Rpeak de un supercomputador. Es necesario ejecutar una serie de pruebas diferentes e intrincadas antes de alcanzar una cifra final.
Un petaFLOPS es igual a 1,000,000,000,000,000 (mil billones) FLOPS, o mil teraFLOPS.
2008 marcó el primer año en que un supercomputador pudo romper lo que se llamó "la barrera petaFLOPS" [3]. El IBM Roadrunner® conmocionó al mundo con un asombroso Rpeak de 1.105 petaFLOPS.
En ese momento, el jefe de ciencias de la computación del Laboratorio Nacional de Oak Ridge afirmó: “La nueva capacidad le permite realizar una física fundamentalmente nueva y abordar nuevos problemas. Y acelerará la transición de la investigación básica a la tecnología aplicada”. Hoy, IBM Summit® puede funcionar más de 100 veces más rápido.
Un teraFLOPS es igual a 1,000,000,000,000 (un billón) de FLOPS.
Construido en 1996, ASCI Red® de Intel® se construyó para romper la barrera de los teraFLOPS. Para el año 2000, se convirtió en el computador más rápido del mundo y el primero en obtener una puntuación por encima de un teraFLOPS en el marco de referencia de LINPACK. Antes de su desmantelamiento en 2006, el ASCI Red se modificó para realizar un rendimiento asombroso de 2 teraFLOPS.
Tanto petaFLOPS y teraFLOPS son medidas inmensas de velocidad de procesamiento, pero cuando se trata de velocidad y potencia, un procesador con capacidad para petaFLOPS supera significativamente a un procesador con capacidad para teraFLOPS. Se necesitan mil teraFLOPS para formar un solo petaFLOPS, así que, naturalmente, el petaFLOPS cuenta con una capacidad de procesamiento mucho más impresionante.
Para agregar perspectiva, veamos el Intel ASCI Red y el IBM Roadrunner. Ambos supercomputadores fueron los primeros de su clase en romper las barreras de velocidad. Construido con solo 12 años de diferencia, el Roadrunner de 2008 fue capaz de funcionar 1000 veces más rápido que el ASCI Red de 1996.
Desarrollado por el centro RIKEN en conjunto con Fujitsu Limited®, el supercomputador Fugaku fue nombrado oficialmente el supercomputador más rápido del mundo en diciembre del 2020. Su actual punto de referencia LINPACK registra la asombrosa cifra de 442.01 petaFLOPS; sin embargo, esta potente máquina es capaz de hasta 1,000 petaFLOPS, lo que la hace alcanzar la escala de los exaFLOPS (un trillón de FLOPS). Eso es un alucinante número de 1 trillón de cálculos por segundo.
Este supercomputador ubicado en Kobe, Japón, está operando desde abril del 2021 y se está utilizando actualmente de forma experimental para la investigación sobre COVID-19, incluyendo el diagnóstico, la terapia y las simulaciones de la propagación del virus.
El tiempo es el mejor testimonio de la rapidez con la que van y vienen las mareas del cambio tecnológico, y es justo suponer que el patrón de desarrollo seguirá avanzando. Hoy, ya hay planes en proceso para construir el próximo supercomputador que rompa barreras para finales del 2021.
Los supercomputadores han encendido nuestro mundo en llamas y no muestran signos de detenerse. El futuro es brillante y estamos llegando a un exaFLOPS, o mil petaFLOPS, a la vez.