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Los gamers apasionados por la tecnología suelen hablar de cuestiones como la tasa de fotogramas, especialmente cuando de juegos competitivos se trata. Pero los gamers ocasionales no suelen contemplar la tasa de fotogramas de su computador dentro de su lista de prioridades. Sin embargo, cuando llegas a juegos avanzados con títulos triple A (AAA), esta tasa juega un papel fundamental en tu experiencia de juego, tanto competitiva como no competitiva.
Si no estás seguro de tu tasa de fotogramas, por qué es importante o cómo puede afectar tu experiencia de juego, aquí hay una guía para ayudarte a encontrar la información que estás buscando.
A veces conocida como "velocidad de actualización" o “velocidad de fotogramas”, la tasa de fotogramas es la frecuencia con la que pueden aparecer una serie consecutiva de fotogramas o imágenes en un panel de visualización. No solo se aplica a los gráficos en los videojuegos, sino a todos los sistemas de captura de movimiento, incluidas las cámaras de vídeo.
Esta frecuencia generalmente se mide en cuadros por segundo o fotogramas por segundo (fps). Por ejemplo, a 30 fps, aparecen 30 imágenes distintas en sucesión en un solo segundo. Si los fps son demasiado bajos, el movimiento parecerá irregular y entrecortado.
Pero también puedes tener problemas si tus fps son demasiado altos debido a errores de sincronización, lo que podría sobrecargar tu monitor y provocar un mal funcionamiento.
Las cámaras funcionan con el mismo principio: un lente se abre durante un período de tiempo en el que entra la luz y se captura una imagen, creando así un "cuadro" o “fotograma”.
En el caso de las imágenes en movimiento, la película generalmente se graba o captura digitalmente y luego se convierte a entre 24 y 60 fps para lograr transiciones suaves, mientras que la animación estilo flipbook (folioscopio) suele rondar los 12 fps. Cuando hablamos de monitores, generalmente usamos el término hertz (Hz). 1 fps es igual a 1 Hz.
Si tuvieras que hacer una comparación de la tasa de fotogramas entre un monitor de 60 Hz y un monitor de 120 Hz, es posible que no notes una diferencia significativa, a pesar de que uno es dos veces más rápido que el otro. Sin embargo, habría una brecha notable en la calidad del video al comparar 24 Hz con una consola de 60 Hz debido a la latencia en la recepción de cuadros.
Como mínimo, necesitas 24 fps para que los distintos fotogramas aparezcan como una imagen en movimiento, ya sea que estés transmitiendo películas o en medio de una competencia en línea. Sin embargo, cuanto más alto sea este número, más rápida y fluida será la calidad de la pantalla y la experiencia de visualización.
Si eres un gamer profesional, utilizar un monitor de calidad con un fps optimizado es una necesidad absoluta. De lo contrario, tu oponente podría verte más rápido y dejarte mordiendo el polvo, mientras que los frustrantes fallos y los artefactos visuales podrían hacer la diferencia entre la victoria y la derrota.
Una tasa de cuadros baja podría brindarte una calidad de video entrecortada o retrasos importantes al transmitir en vivo. Si tu monitor no puede seguir el ritmo de los gráficos del videojuego, este podría duplicar o triplicar ciertos fotogramas en la transmisión de video, lo que crearía un efecto visual lento en tu pantalla.
Puede que esto no sea un gran problema para los gamers de bajo perfil, pero si estás tratando de llegar a las grandes ligas, una falla puede enviarte a ti y a tu equipo al fondo de la clasificación. Incluso en los primeros días de Unreal Tournament o StarCraft, los jugadores sabían la importancia de tener una alta velocidad de fotogramas.
Una fracción de segundo hace una gran diferencia cuando doblas la esquina en un juego de disparos (shooters, en inglés) en primera persona o cuando un oponente ataca tu fortaleza en un juego de estrategia en tiempo real. Ser capaz de procesar más fotogramas en menos tiempo te da una ventaja competitiva al mantener imágenes nítidas y tiempos de reacción altos.
La tasa de fotogramas adecuada es crucial para los gamers, ya que tener una conexión estable con la tarjeta de video a veces es más importante que tener una conexión rápida. Los videojuegos de acción para computador se juegan mejor a 60 fps, de lo contrario, una tasa de fotogramas de 30 fps o superior debería estar bien.
¿Por qué? Tu tasa de fotogramas en los puntos lentos del juego no es tan importante como cuando la acción alcanza su punto máximo. Si apenas obtienes 30 fps, estos podrían bajar mucho más cuando el juego se vuelve frenético, lo que afectará gravemente tu rendimiento cuando más lo necesites.
Cuanto más grandes sean los objetos y menos acción se muestre, más tolerable será una velocidad de fotogramas baja, como sucede con juegos como Far Cry que tienen un mapa enorme para explorar.
Los juegos de disparos en primera persona de ritmo acelerado como Call of Duty necesitan un promedio de 30 fps o más, pero no podrás jugar FIFA (que cubre más terreno y objetos más pequeños) con menos de 60 fps.
Todo se trata de equilibrar la tasa de fotogramas y la calidad de los gráficos para tus juegos favoritos. 60 fps te brindarán una experiencia de juego fluida, pero una tasa de cuadro más baja te brindará mejores gráficos. La elección es tuya, pero si estás buscando un equilibrio estable, 45 fps es una buena elección.
Ahora que comprendes cómo la tasa de fotogramas afecta tu juego, es posible que sientas curiosidad por saber a qué velocidad está funcionando tu sistema. Hay varias formas de comprobar la velocidad de fotogramas para conocer qué rendimiento estás obteniendo.
¿Te encanta jugar videojuegos en Steam®? La popular plataforma viene con un contador de fotogramas que puedes localizar en el menú desplegable de “Configuración” en la esquina superior izquierda. Después, selecciona la pestaña “En el juego” y encontrarás la opción para visualizar el contador.
Los jugadores que utilizan hardware NVIDIA® el cual admite ShadowPlay también pueden habilitar un contador de fps en el juego. Para configurarlo:
También puedes establecer las configuraciones de tasa de fotogramas que se aplicarán automáticamente a diferentes perfiles de juego para optimizar la experiencia de juego sin tener que modificar los gráficos por tu cuenta.
Si no eres un jugador de Steam y quieres probar los fps de tu pantalla, hay varios programas diferentes que puedes usar. VideoLAN® (VLC) es una opción. Es una plataforma de reproducción multimedia de código abierto, gratuita y compatible con Xbox® así como la mayoría de los archivos multimedia, incluidos los DVD.
Si ejecutas una prueba de cuadros por segundo y decides que te gustaría aumentar la velocidad para obtener mejores transiciones, existen algunos métodos que puedes intentar antes de invertir en un monitor con Hz más rápido:
Si estos consejos no funcionan, tú mismo puedes cambiar manualmente tu velocidad de fotogramas ingresando a la configuración de pantalla y verificando si algo se modificó. Cuando todo lo demás falla, puede ser el momento de invertir en un monitor de mayor calidad que haga que tus juegos favoritos se ejecuten más rápido.
Si realmente deseas llevar tu juego al siguiente nivel, quizá tengas que actualizar tu hardware para llegar a ese punto. Si no ves ninguna mejora en los fps utilizando este tipo de estrategias, es hora de invertir en un nuevo monitor o en una unidad de procesamiento gráfica que pueda convertir tu experiencia de juego en una realidad inmersiva.
Ejecuta algunas pruebas, verifica tu configuración, modifica cuando sea necesario y, si la velocidad de fotogramas aún es demasiado baja, arma una notebook para gaming que te pueda brindar un mejor rendimiento. Cuando los premios y la gloria están en juego, las fallas y los retrasos son lo último que debería interponerse en tu camino.