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El internet inalámbrico es una necesidad más que un gusto en estos días. Ya sea para jugar, mantenerse en contacto con amigos, investigar para un proyecto escolar o trabajar en tu horario de 9 a 5; la mayoría de nosotros estamos en la web en nuestro día a día. Es difícil imaginar un momento en el que Internet no fuera una característica dominante de nuestras vidas.
El WiFi es parcialmente responsable de ese aumento dramático, porque facilitó a los usuarios el acceso a Internet. De hecho, los puntos de acceso WiFi públicos ayudaron a democratizar la web, pues brindaban una oportunidad para que las personas se conectaran en lugares como bibliotecas y cafés [1].
Pero ¿qué pasa con el WiFi de tu hogar? La conveniencia de tener Internet al alcance de tu mano es importante y, para muchos, indispensable. De hecho, todos sabemos que no hay nada más frustrante que una conexión WiFi lenta o intermitente. Una conexión lenta o una que funciona de manera irregular puede significar un tiempo de carga excesivo cuando intentas ver programas de televisión, puede traducirse en una carga incorrecta de sitios web, entre otras interrupciones.
Una intermitencia, muy de vez en cuando, no hace mucha diferencia para la mayoría de los usuarios; sin embargo, si estos problemas se vuelven constantes con el tiempo, pueden hacer que cualquiera se sienta frustrado. Si tus problemas con tu WiFi te están llevando a este punto (y el hecho de que estés leyendo este artículo lo dice), sigue leyendo para aprender un poco sobre problemas comunes y cómo solucionarlos.
¿Estás decepcionado con la velocidad de tu Internet? ¿Te parece que la conectividad es irregular en algunos lugares? No llames a un profesional todavía, porque puedes potenciar el WiFi en tu hogar de muchas maneras.
Pero antes de sumergirnos en cómo arreglar tu WiFi, es útil comprender los problemas más comunes que surgen con una conexión inalámbrica a Internet. Estos son algunos contratiempos típicos que puedes experimentar y están relacionados con el router de tu hogar, el proveedor de Internet y la congestión del canal, entre otras complicaciones.
Desafortunadamente, no hay mucho que puedas hacer con respecto a tu proveedor de servicios de Internet (ISP, por sus siglas en inglés), especialmente si ya estás sujeto a un contrato por un período determinado. Cuando estés buscando un proveedor de servicios de Internet, presta atención a los términos y condiciones. ¿Por qué? Porque en las letras pequeñas podría estar oculta una política que permite a la empresa reducir la velocidad de internet de los usuarios que superan una cierta cantidad de uso de datos.
Por ejemplo, se te puede clasificar como un "usuario de Internet de alto volumen" si estás haciendo streaming con videos de alta definición. Si tú excedes el límite establecido por tu proveedor, tu ISP podría ralentizar tu Internet hasta un punto en que sea imposible cargar una página web.
Si encuentras que hay un límite para descargar contenido en tu contrato de servicio, lo mejor que puedes hacer es cambiar de proveedor, a menos que puedas controlar tu uso de datos para mantenerte dentro del límite.
Asegúrate de conocer el campo de alcance máximo de tu router porque este puede afectar la capacidad de tus dispositivos para conectarse, así como la calidad de conexión. Tu señal WiFi se extiende en una serie de círculos concéntricos que emanan del router. A medida que te alejas, la señal se debilita.
La mayoría de los routers tienen un alcance de entre 30 y 40 metros. En su paquete y manual deben proporcionarte el alcance específico. Si los extraviaste, busca en Internet el número del modelo que tienes para encontrar su rango de alcance.
Mueve los dispositivos más cerca del router si sospechas que hay un problema de alcance, o muévelo a una ubicación más centralizada.
Los muebles, las paredes y los electrodomésticos pueden afectar negativamente la señal de tu router. Colócalo de manera que esté lo más libre de obstrucciones posible. Esto no significa que tienes que derribar muros. Simplemente no lo ubiques dentro de un armario o detrás de muebles grandes. Intenta colocarlo en un estante alto en lugar de un lugar bajo para darle la mejor oportunidad de enviar una señal de alta calidad y sin obstáculos.
¿Alguna vez has notado que cuando estás trabajando en una cafetería llena de gente escribiendo en sus portátiles, la conexión a WiFi es increíblemente lenta e intermitente? Hay una razón para ello.
Las redes domésticas y públicas utilizan un solo punto de acceso inalámbrico. Este punto de acceso tiene limitaciones sobre la cantidad de personas y dispositivos que se pueden conectar a él al mismo tiempo. Si hay demasiadas personas o dispositivos, la conexión puede caer o no ser confiable.
Es posible que incluso hayas puesto al límite la capacidad de tu red doméstica si alguna vez tuviste varios dispositivos conectados al WiFi mientras descargabas un video o mirabas Netflix®. El punto de acceso se sobrecarga y genera retrasos e interrupciones molestas para el usuario final. Sin embargo, hay formas de resolver esto, como veremos más adelante.
Si tienes problemas con tu conexión y deseas mejorar la velocidad de tu WiFi, es posible que te preguntes por dónde comenzar. A continuación, se muestran algunos de nuestros consejos para solucionar tus problemas de Internet.
¿Tu Internet es más lento que un caracol con muletas? Prueba estas soluciones rápidas.
Como se mencionó anteriormente, tu router debe estar colocado lo más alto posible, en una ubicación central en tu hogar. Mantenlo a varios metros de distancia del módem.
Si encuentras que estás demasiado lejos de tu router, intenta mantener una línea de visión directa entre el router y el dispositivo principal conectado a Internet, como tu portátil, por ejemplo. Es simple: si puedes ver tu router, eso significa que las paredes no obstruyen la señal WiFi.
Si sospechas que existen problemas de alcance, acerca tu dispositivo al router. O puedes usar un repetidor o amplificador para agregar cobertura en los puntos débiles de señal en tu hogar.
Tu router puede estar usando el mismo canal inalámbrico (2.4 GHz) que otros elementos inalámbricos en tu hogar, lo que da como resultado una señal WiFi debilitada.
La mayoría de los routers modernos poseen dos bandas: una banda con un canal de 2,4 GHz y otra con uno de 5 GHz. ¿Tienes un router de doble banda? Si no está configurado automáticamente, elige el WiFi de 2.4 GHz para un alcance máximo.
Para conectarte a tu red WiFi, abre el menú WiFi de tu computador o celular. El canal de 2,4 GHz tendrá simplemente el nombre de la red WiFi y el canal de 5 GHz tendrá un “5 GHz” o “media” escrito al final de su nombre.
Con el canal de 5 GHz, experimentarás descargas más rápidas e Internet confiable. El mayor inconveniente es que el rango de la señal se reduce drásticamente entre un tercio y la mitad del rango de un canal de 2,4 GHz.
El temido símbolo de "No hay Internet" se ha estado burlando de ti desde tu barra de tareas, ¿qué haces ahora?
Si no tienes Internet, es posible que estés lidiando con un mal funcionamiento del router o módem. Es posible que hayan dejado de comunicarse entre sí por una razón desconocida.
Desconecta o apaga ambos. Después de esperar treinta segundos, enciéndelos y espera mientras se reinician.
Otra razón de la falta de Internet podría ser una interrupción en el servicio. Para este problema tu mejor opción es ir al centro de soporte más cercano de tu proveedor y decirle que te has visto afectado por la interrupción. O llámalos. Esto no hará que tu conexión a Internet vuelva más rápido, pero le dará a tu proveedor de servicios de Internet una idea de qué región o área tuvo la interrupción.
Si estás buscando otras soluciones para mejorar tu señal WiFi, aquí hay algunos productos e ideas que pueden ayudarte a que la conexión a Internet sea menos complicada.
¿Han pasado más de cinco años desde que invertiste en un nuevo router? Si bien la tecnología no cambia mucho de un año a otro para los routers, existe una diferencia significativa entre los que se producen ahora y los que se produjeron hace más de cinco años.
Si un router tiene ya algunos años, podría ser el momento de que se retire. No habrá una actualización de software que mágicamente lo haga funcionar como lo hizo en su mejor momento. Comprar uno nuevo es una buena idea si notas que su rendimiento ha disminuido, pero soluciona otros problemas antes de invertir en un nuevo dispositivo.
Comprar un router nuevo ayuda, ya que algunos problemas como desconexiones, reinicios y sobrecalentamiento pueden ocurrir más frecuentemente con los más antiguos. Si surge una nueva tecnología, puede ser una buena idea adoptarla más temprano que tarde. Estos nuevos modelos tienen soporte técnico con el fabricante y tienen actualizaciones de software continuas para abordar las nuevas amenazas de seguridad, a diferencia de algunos de los routers obsoletos.
Reemplazar un router de una sola banda por uno con banda dual también puede marcar una gran diferencia en la calidad inalámbrica. Los routers de banda única utilizan la misma frecuencia de 2,4 GHz que los microondas y los teléfonos. Los duales ofrecen una segunda opción de ancho de banda de 5 GHz que podría mejorar significativamente el rendimiento inalámbrico de tu hogar.
Incluso podrías probar un router de tres bandas, que ofrecen una sola señal de 2,4 GHz y dos de 5 GHz, lo que es perfecto para hogares donde ven películas en alta resolución y escuchan música en varias habitaciones de la casa a través de la red inalámbrica.
Consejo profesional: si tu proveedor de Internet te presta o te alquila un router como parte de tu contrato de servicio, ve qué nuevas opciones pueden estar disponibles. Pregunta por sus modelos más modernos.
Cuando usas un router por primera vez, este descarga automáticamente la actualización de software más reciente. Después de eso, depende de ti realizar actualizaciones manuales o asegurarte de que su configuración permita actualizaciones automáticas. Si su firmware (la programación que mantiene el hardware de tu router funcionando correctamente) es más antiguo, es posible que ya no maneje las tareas más básicas de manera eficiente.
Los fabricantes de routers liberan actualizaciones periódicamente. Estas actualizaciones los modifican para obtener más rendimiento y velocidad. La mayoría de los modelos modernos tienen actualizaciones integradas en su menú de administración, simplemente tienes que presionar el botón de “actualización del firmware”.
Con los modelos más antiguos es donde se complica: es posible que debas descargar las actualizaciones directamente desde el sitio web del fabricante. Si bien se necesita un poco más de trabajo para asegurarte de que su firmware está actualizado, esto ayudará a su rendimiento general. Ve al panel de administración para asegurarte de que su firmware está actualizado. Si tu router es alquilado con tu ISP, ellos deberían ejecutar esas actualizaciones automáticamente o alertarte sobre cuándo y cómo debe hacerse. Comunícate con tu proveedor de Internet si sospechas que su firmware no está actualizado y necesita una actualización.
Incluso si tu red WiFi no está sufriendo retrasos o experimentando problemas de rendimiento, es mejor actualizar regularmente su firmware para acceder a más funciones, estabilidad del sistema y a actualizaciones de seguridad.
¿Recuerdas cómo los teléfonos inalámbricos podían captar el ruido de un monitor para bebés o la señal del teléfono inalámbrico de tu vecino? Si bien esto ya no sucede tanto gracias a las actualizaciones tecnológicas y a que hay más canales para elegir, este mismo tipo de falla puede ocurrir con los routers inalámbricos.
La mayoría de los routers tienen la capacidad de cambiar entre canales cuando se comunican con diferentes dispositivos como portátiles y celulares. En general, la gente utiliza el canal preestablecido, lo cuál está bien ya que nunca tendrás que preocuparte por el canal en el que estás.
Sin embargo, puedes tener problemas con las redes inalámbricas adyacentes si también están en el mismo canal. Esto se denomina "congestión de señal".
Puedes ver qué canales de red WiFi se utilizan a tu alrededor si tienes un PC con Windows®. Una vez que determines qué canales son los más utilizados, puedes elegir uno menos ocupado. Tendrás que cambiar manualmente el canal accediendo al menú de administración de tu red inalámbrica.
Este problema es muy común entre los modelos de banda única, ya que operan en la misma frecuencia de 2.4 GHz que muchos otros electrodomésticos.
Para aumentar tu señal WiFi en casa, es posible que solo necesites cambiar el canal en tu router. Puedes hacer esto accediendo a su panel administrativo y buscar la “configuración del canal”. Prueba con diferentes números hasta que encuentres uno que funcione mejor para tu red.
Si bien algunas personas colocan su router al lado del módem, es posible que este no sea el lugar ideal para tu hogar. Si el cable que llega a tu casa desde tu proveedor de servicios de Internet no está en el centro de tu hogar, puede ser útil conectar el módem a tu router con un cable mucho más largo, también llamado cable "Ethernet" o "Cat5". Luego, muévelo a una ubicación más centralizada en tu hogar.
Los nuevos routers vienen con cables más cortos que los que puedes llegar a necesitar. No tengas miedo de comprar un cable más largo y trasladalo a un lugar de fácil acceso para todas las habitaciones de tu hogar. Solo asegúrate de mantenerlo alejado de obstáculos, como chimeneas y estanterías metálicas, que pueden bloquear la señal.
Además de colocar tu router en un espacio libre de obstáculos o en un estante alto, también puedes usar herramientas en línea en tu computador o celular para averiguar dónde está la señal de WiFi más débil.
Después de determinar las zonas muertas, puedes usar un repetidor o un amplificador de señal para aumentar la señal WiFi.
Muchos usuarios han tenido suerte con un repetidor WiFi básico. Estos dispositivos fáciles de usar se conectan a un enchufe y actúan como un punto de acceso para las partes de tu hogar que no reciben mucha señal.
Colocarlo cerca de tu router es clave. Posiciónalo en un lugar problemático, como tu cochera o un dormitorio adicional, y verás buenos resultados.
Por lo general, se necesitan solo unos minutos para configurar un repetidor y no es necesario que ingreses al panel administrativo del router o que cambies la configuración de red. Un amplificador de señal inalámbrico es una buena opción incluso para aquellos que no pueden realizar cambios en su router administrado por su ISP.
Consejo profesional: un repetidor WiFi también se puede llamar amplificador o extensor WiFi. Es una de las mejores soluciones para descubrir cómo impulsar una señal WiFi porque ayuda a reenviar el tráfico al router. Estos pueden ampliar la distancia a la que puedes estar y así disfrutar de un Internet confiable.
Esas pequeñas cosas que sobresalen de la parte posterior de tu router se llaman "antenas" y funcionan de la misma manera que las que has visto en un radio. Si están sueltas o apuntando hacia abajo, aprietalas y vuelve a colocarlas.
Además, asegúrate de que no estén polvorientas o bloqueadas por algún objeto. Si no puedes mantenerlas en su lugar o si están rotas o faltan, averigua si el fabricante ofrece un reemplazo.
Otra razón por la que tu WiFi podría ser lento es que alguien podría estar desviando tu conexión. Una red insegura está abierta a cualquier persona que desee conectarse, incluidos los vecinos y cualquier otra persona dentro del alcance.
Protege tus datos asegurando tu red con una contraseña de acceso que nadie pueda adivinar. Si tu proveedor de Internet es el propietario del router, es posible que debas comunicarte con él para cambiarla de vez en cuando y preservar la integridad de tu red doméstica.
Las herramientas “Quality of Service” (calidad de servicio) limitan la cantidad de datos que las aplicaciones pueden utilizar. Puedes establecer qué servicios y aplicaciones tienen prioridad para que no experimentes una disminución importante en la calidad durante una llamada o mientras miras un video. También puedes establecer un "horario de máximo uso" para que las descargas tengan una prioridad menor durante las horas de mayor uso.
Esta es una gran solución si tienes una casa de varios pisos y tu router está en una habitación en la planta baja. Un sistema WiFi basado en malla tiene un router principal y una cierta cantidad de dispositivos satelitales colocados por toda tu casa. Todos trabajan juntos en una misma red inalámbrica y se comunican con el router principal para brindarte una conectividad ininterrumpida.
En la mayoría de los casos, estos sistemas vienen con una aplicación que te indicará dónde colocar los nodos para obtener la máxima cobertura en tu casa.
Todas estas soluciones son bastante sencillas de implementar. La mayoría de los propietarios de routers que pueden acceder a su panel administrativo pueden realizar estas correcciones en minutos. Si has intentado todo en la lista y todavía tienes problemas, comunícate con tu proveedor de Internet para llegar a la raíz del problema. Después de todo, puede que no sea tu WiFi. Una llamada a soporte técnico debería ayudarte a resolver los problemas para que puedas volver a navegar a toda velocidad.
No te resignes a una vida de desconectar y reiniciar constantemente tu router y módem, no tiene por qué ser así. A veces, solucionar tus problemas de WiFi puede ser tan simple como cambiar la posición del router. O tal vez necesites invertir en uno nuevo.
Utiliza estos consejos para arreglar y mejorar tu señal WiFi y estarás en camino hacia una conectividad perfecta. Después de todo, descubrir cómo aumentar la velocidad de WiFi no tiene por qué ser un acertijo imposible de resolver.