Vivimos en un mundo donde la tecnología digital forma una parte integral de nuestras vidas; tanto así que incluso constituye una parte importante de nuestro tiempo. De acuerdo con el artículo Estadísticas de la situación digital de Colombia en el 2020-2021, los colombianos pasan un promedio de diez horas con siete minutos navegando por internet desde cualquier dispositivo [1].
En general, hay una amplia cantidad de dispositivos a los que estamos expuestos diariamente: portátiles, desktops, tablets, celulares… por lo que no es extraño preguntarse si las pantallas de los monitores y dispositivos son dañinas para la salud. Por supuesto, esto depende de diversos factores, entre ellos, la luz azul de las pantallas.
La luz visible está compuesta de una amplia gama de luces de colores, cada una con una longitud de onda distinta. En términos generales, el ojo humano promedio puede captar longitudes de onda de 390 a 750 nm. La luz azul forma parte de este espectro visible con una longitud de onda entre 380 y 475 nm, siendo así la parte más baja del espectro y la que más se acerca a la luz ultravioleta, parte del espectro no visible.
La luz visible puede provenir tanto de fuentes naturales como artificiales; en el caso de la luz azul, el sol la produce de manera natural, pero también la emiten las luces led, presentes en la mayoría de los dispositivos electrónicos como celulares y computadores, así como los tubos fluorescentes que se suelen utilizar para iluminar oficinas y espacios cerrados.
Tipos de luz azul
Al igual que las tonalidades de los colores que conocemos, existen distintos tonos de luces azules con distintas longitudes de onda. En concreto, se habla de dos tipos: la luz azul-turquesa y la luz azul-violeta.
De manera general, la luz azul-turquesa se asocia con beneficios para la salud que regulan diversas funciones del cuerpo, mientras que la luz azul-violeta tiene una longitud de onda más corta, siendo así más cercana a la luz ultravioleta (UV) por lo que se relaciona con ciertos riesgos a la salud, principalmente para la visión.
Si bien ambos tipos de luz azul se encuentran en la naturaleza, existe un importante porcentaje de luz azul-violeta presente en los dispositivos electrónicos. Si a ello le sumamos la cantidad de tiempo que pasamos frente a una pantalla de computador, móvil, tablet o televisión sin un descanso ocular, es relevante conocer los efectos de este tipo de luz y las medidas que podemos tomar para cuidar de nuestra salud.
Beneficios de la luz azul
La luz azul-turquesa es la encargada de regular los ciclos circadianos, de manera que cuando trasnochas o sufres un cambio brusco en tu horario, este tipo de luz ayuda a ordenar los ciclos entre el sueño y la vigilia a la vez que controla la temperatura corporal y está presente en distintos procesos cognitivos.
Por otra parte, si bien se habla de los efectos nocivos de la luz azul para la visión, la luz azul-turquesa también es importante para esta, pues es la encargada de activar la constricción pupilar, un mecanismo de la retina que protege el ojo ante el exceso de luz.
Además, esta luz también participa en la percepción de los colores, así como algunos detalles de los objetos que observamos como la iluminación, distancia y forma.
Incluso un estudio de la Universidad de Surrey y la Universidad Heinrich Heine de Dusseldorf indica que esta luz disminuye las probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares ya que relaja los vasos sanguíneos, aumenta el flujo sanguíneo y disminuye la presión arterial.
Perjuicios de la luz azul
Ahora bien, la exposición a grandes cantidades de luz azul durante un tiempo prolongado también puede generar efectos negativos en nuestra salud, siendo la visión uno de los puntos más debatidos en los últimos tiempos.
Efectos de la luz azul en la visión
La luz azul se asocia principalmente con la fatiga visual, también conocida como Síndrome Visual Informático (SVI) el cual aparece cuando el ojo pasa mucho tiempo enfocando la visión o se enfrenta a condiciones de poca o mucha luz. Algunos de sus síntomas más comunes son ojos rojos y secos, visión cansada y dolores de cabeza.
Se estima que este síndrome afecta a una de cada siete personas. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud y Seguridad Laboral de Estados Unidos, las probabilidades de que este padecimiento aparezca aumentan cuando se expone a una pantalla de computador por más de tres horas al día, lo que representa un riesgo significativo para aquellos profesionales que necesitan de un computador para trabajar.
Actualmente existe un amplio debate en si la luz azul influye en la aparición o aceleración de la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE). La mácula es un tejido situado en el fondo del ojo cuyas células no se regeneran. Este padecimiento afecta la visión central, por lo que las personas que lo padecen experimentan dificultades para leer o visualizar detalles finos.
Como su nombre lo indica, se trata de una patología común en personas mayores de 60 años, por lo que se suele asociar a la edad. No obstante, aún existe polémica respecto a la posibilidad de que la luz azul de los dispositivos incida en la aparición de este padecimiento.
Por ejemplo, la Sociedad Española de Oftalmología ha calificado de infundados y alarmistas los estudios que aseguran que la luz azul es capaz de causar ceguera y señala que existen ciertos errores en estas investigaciones [2]. Por otro lado, esta asociación señala que el hábito de mirar la pantalla por demasiado tiempo sin parpadear ni alejar la vista puede causar ojos secos, blefaritis, cansancio ocular, entre otros padecimientos.
Otros efectos a la salud
Así como la luz azul-turquesa puede equilibrar el ciclo de sueño, exponerse a la luz azul-violeta durante la noche puede disminuir la producción de melatonina, la hormona que induce la señal para dormir.
De esta manera, puede que te sientas despierto en momentos donde tu cuerpo debería relajarse y prepararse para descansar o que experimentes dificultades para conciliar el sueño, lo que a la larga se puede traducir en otros problemas para la salud a consecuencia de la falta de sueño y las alteraciones en el metabolismo.
Además de estrés, cansancio e irritabilidad, la falta de sueño también puede ocasionar problemas de concentración, así como aumentar el riesgo a otros padecimientos a largo plazo. Por su parte, la disminución de melatonina también puede alterar la metabolización de la glucosa.
¿Cómo prevenir los efectos de la luz azul?
Así pues, la luz azul tiene ciertos beneficios importantes para el cuerpo, pero una exposición prolongada también puede ocasionar efectos perjudiciales a la salud. Ciertamente, en la actualidad es difícil pensar en nuestras actividades cotidianas sin una pantalla, pero eso no significa que no haya medidas que ayuden a prevenir estos efectos:
Usa la regla de oro 20-20-20. Aparta tu mirada del monitor después de 20 minutos de trabajo y durante 20 segundos enfócate en algo que esté a 20 pies (6 metros) de ti, esto ayudará a descansar la vista y evitar los periodos largos de exposición.
Visita a tu oculista regularmente. Un especialista podrá determinar mejor que nadie el estado de tus ojos y qué medidas tomar de acuerdo a tu estilo de vida, incluyendo la posibilidad de solicitar unos lentes con protección para la luz azul si es lo adecuado para ti.
Mantén una distancia prudente. La mayoría de las personas se acercan a menos de 40 cm de la pantalla, lo que aumenta las molestias que puede ocasionar la luz azul. Idealmente, se recomienda mantener una distancia de al menos 65 cm con una ligera inclinación de la pantalla.
Ilumina tu espacio y ajusta tu monitor. Trabaja en espacios que tengan una iluminación adecuada de manera que el ojo no tenga que esforzarse para mirar la pantalla. También es importante configurar el brillo y contraste de la pantalla a niveles cómodos para la vista de acuerdo al entorno donde trabajes.
Usa un filtro de luz azul. Así como existen lentes para la luz azul, hay distintos filtros que puedes usar directamente en la pantalla, ya sea a partir de aplicaciones, medios físicos o funciones como Luz nocturna de Windows 10. Si quieres saber más al respecto, te recomendamos leer Cómo reducir la luz azul en la pantalla de tu PC mediante el uso de filtros.
Evitar el uso antes de dormir. Para evitar las alteraciones en el ciclo del sueño se recomienda dejar de utilizar dispositivos tecnológicos al menos una hora antes de dormir.
En el caso de los monitores HP, encontrarás que algunos de nuestros productos cuentan con Eyesafe®, un filtro de luz azul activo integrado a la pantalla que no afecta la precisión del color y funciona con tecnología IPS, por lo que puedes disfrutar de una imagen nítida con la seguridad de que no afectará a tus ojos.
En resumen
Si bien no hay evidencia científica sólida que trate a la luz azul como una causa directa de ceguera, es cierto que el abuso en la manera en la que interactuamos con los dispositivos tecnológicos que utilizan luces led puede provocar alteraciones en el ciclo de sueño, síndrome visual informático entre otras molestias.
Pequeñas acciones como tomar descansos visuales y utilizar filtros adecuados pueden prevenir mayores problemas. Además, es importante consultar a un oculista para conocer el estado de salud de tus ojos y si requieres alguna medida adicional para tu estilo de vida.
Si deseas una seguridad adicional, visita nuestra tienda para conocer las diferentes opciones que cuentan con Eyesafe.