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Las redes sociales están en todas partes. De alguna manera han hecho que el mundo se sienta más pequeño al unir a personas distanciadas, reunir a parientes alejados hace tiempo y, por otro lado, brindar a las personas un espacio para conectarse. Sin embargo, a medida que las redes sociales han crecido a lo largo de los años, también lo ha hecho el riesgo a las filtraciones de datos.
A medida que se coloca más y más información en línea, existe un mayor peligro de que los hackers, las empresas y los intrusos malintencionados extraigan tus datos de manera que vulneran la privacidad personal. Y en algunos casos, tus datos son robados por completo.
En nuestro mundo moderno, ¿cambiamos nuestro uso de las redes sociales por datos al renunciar a nuestro derecho a la privacidad y la preservación de información personal sensible?
A continuación, examinaremos por qué las redes sociales son perjudiciales para tu seguridad y, en primer lugar, qué hace que sea común recopilar datos. Además, mostraremos por qué las redes sociales son buenas para que sus usuarios sean más conscientes de los pasos que pueden tomar para proteger sus cuentas de la manipulación no deseada y la recopilación de datos.
El uso global de las redes sociales ha aumentado drásticamente gracias a la expansión de internet y el abaratamiento de la tecnología. Para 2019, el número de usuarios de redes sociales se estimaban en 3,196 millones, aumentando un 13 % más cada año [1].
El peso pesado en el mundo de las redes sociales, por supuesto, es Facebook con 1,860 millones de usuarios activos mensuales [2]. Facebook es también posiblemente el canal de redes sociales bajo mayor escrutinio por sus diversas violaciones de datos y problemas de seguridad, especialmente después del escándalo de Cambridge Analytica.
Con ese tipo de números y un uso generalizado, es fácil entender por qué esos datos son valiosos. El objetivo de las redes sociales es orientar estratégicamente los anuncios a los usuarios que probablemente hagan clic en ellos. Al convertir a esos usuarios en consumidores, las empresas ganan dinero. De hecho, en 2018 los anuncios en las redes sociales generaron 40 millones de dólares en ingresos [3}.
En pocas palabras: cuanto mejores sean los anunciantes para orientar los anuncios y cuanto más relevantes sean los anuncios para sus intereses, datos demográficos, ubicación e inclinaciones políticas, es más probable que te vuelvas uno de sus clientes. Así que, gran cantidad de información significa gran cantidad de dinero.
Es posible que no pienses mucho en lo que te "gusta" en Facebook y en las páginas de las empresas que sigues, pero cada clic les da a los anunciantes más acceso a tus datos personales de lo que piensas.
En cualquier servicio que priorice la información personal existirá el riesgo de que tus datos queden expuestos, ya sea por accidente o por lagunas legales. A continuación, presentamos algunos ejemplos de fallas importantes dentro de diferentes plataformas de redes sociales y qué tipo de datos están en juego.
Hay grupos sociales específicos en Facebook, algunos de ellos se basan en problemas médicos y adicciones. Los usuarios comparten sus experiencias y problemas libremente en estos grupos, creyendo que un “grupo cerrado” les otorga cierto anonimato. Desafortunadamente, una investigación de Sky News encontró que estos grupos se pueden encontrar fácilmente junto con sus listas de miembros [4].
¿Así que cuál es el problema?
Aunque se supone que las aseguradoras no deben discriminar por condiciones preexistentes, no todas son escrupulosas a la hora de cumplir con esta ley [5]. Las compañías de seguros y los empleadores que encuentran información personal pueden usarla en tu contra para sacarte de su cobertura o despedirte de tu puesto actual [6].
Por ejemplo, hubo un caso en el que la aseguradora canceló la cobertura en el hogar de una mujer porque afirmaron que tenía un perro de una raza peligrosa que no estaba permitida según los términos de su póliza [7]. ¿Cómo encontraron esta información? A través de una publicación en Facebook. La mujer finalmente pudo restablecer la cobertura después de probar la raza de su perro. Sin embargo, este tipo de casos de detección en las redes sociales son cada vez más frecuentes.
Si estás solicitando un trabajo, es probable que la empresa haga una revisión superficial de tus redes sociales para filtrar a los candidatos que tengan evidentes señales de alerta, como publicaciones negativas sobre empleadores anteriores, discursos de odio u otros comportamientos cuestionables.
Para los empleadores, esta búsqueda en las redes sociales es un área gris, especialmente si resulta en discriminar a alguien en una clase vulnerable. Dicho esto, es importante ser inteligente y cauteloso con lo que publicas en las redes sociales, nunca se sabe quién podría estar mirando. Esto es especialmente cierto si tu cuenta es pública con una configuración de seguridad relajada.
La información que publiques también se puede utilizar para una gran cantidad de propósitos nefastos como, por ejemplo, crear un perfil falso. Esto lleva al siguiente gran problema de por qué las redes sociales son malas para la seguridad de los datos.
Los delincuentes se dirigen a las plataformas sociales porque tu cuenta está repleta de información personal que pueden usar para una variedad de propósitos [8]. La información recopilada se puede utilizar en tu contra a través de chantaje o para hacerse pasar por ti.
Las redes sociales son una mejor y más rápida plataforma para difundir contenido malicioso como estafas y malware, más que los correos electrónicos de spam comunes y corrientes que llegan a tu bandeja de entrada pidiendo ayuda para un príncipe nigeriano.
¿Por qué? Cuando alguien recibe un enlace de un amigo o un contacto de las redes sociales, es mucho más probable que haga clic en el enlace, ya que no tiene ninguna razón para desconfiar de él.
Tomemos este famoso virus: el falso esquema de phishing (fraude electrónico) de "videos de Facebook". Un amigo te manda un enlace, el título sugiere que es un video tuyo. Luego, aparece una ventana emergente para iniciar sesión de "Videos de Facebook". Si inicias sesión en esta ventana emergente, estás entregando tu contraseña y nombre de usuario al estafador. Luego, el estafador usa esa información para enviar el mismo video a todos tus amigos [9].
Si un ciberdelincuente obtiene suficiente información tuya, también puede abrir una tarjeta de crédito o una cuenta bancaria a tu nombre.
Todo lo que necesitan es tu número de identificación, tu nombre, tu fecha de nacimiento y tu dirección para poder sacar préstamos o tarjetas de crédito a tu nombre.
Los hackers también pueden interceptar el reembolso de tus impuestos entregando una declaración de renta falsa con solo una fecha de nacimiento, nombre y número de identificación. Es posible que solo te enteres cuando tu propia declaración de renta real sea rechazada por el DIAN [10].
Una vez más, los hackers a menudo utilizan estafas de phishing para obtener este tipo de credenciales cuando, sin saberlo, entregas información confidencial.
Si los ciberdelincuentes se apoderan de una cuenta, pueden engañar a las personas de forma creíble para que piensen que son empresas legítimas. Luego, pueden canalizar el dinero directamente a sus bolsillos persuadiendo a las partes desprevenidas para que proporcionen información de tarjetas de crédito para productos que nunca recibirán [11].
La consultora británica Cambridge Analytica tomó los datos de al menos 87 millones de usuarios sin su conocimiento después de recopilar esos datos de personas que participaron en una aplicación de cuestionarios de terceros. Cambridge Analytica luego vendió esta información a la campaña de Donald Trump.
¿El truco? La aplicación aprovechó una laguna de Facebook que le permitió obtener la información del cuestionario, pero también todos los datos e información de los amigos de quien respondió [12].
Además, Facebook tuvo otra gran brecha en 2018 que puede haber expuesto hasta 50 millones de cuentas. Un nuevo cargador de videos introdujo errores que potencialmente permitían a los hackers obtener tokens de acceso de un usuario que están vinculados a cualquier otro servicio o página en la que un usuario haya iniciado sesión con sus datos de Facebook [13].
La mayoría de los teléfonos inteligentes de las personas ya rastrean y recopilan automáticamente datos de ubicación [14]. Las aplicaciones de redes sociales están especialmente interesadas en esos datos porque brindan información sobre tus hábitos y paradero que los anunciantes pueden usar para orientar anuncios para ti en ciertos momentos del día.
Sin una verdadera guía o legislación que rija estos servicios, hay un montón de margen de maniobra en la forma en que se utilizan estos datos. Además, existen importantes asuntos de seguridad con estas aplicaciones. Los ladrones o acosadores pueden atacar los datos de ubicación debido a la información de ubicación geográfica que se comparte.
Los acuerdos de privacidad en muchas aplicaciones de redes sociales establecen que el contenido que publican los usuarios (incluidas imágenes, videos y mensajes) es propiedad de la plataforma, incluso si decides eliminar tu cuenta [14].
Aunque las redes sociales están llenas de ejemplos de cómo se pueden usar y manipular incorrectamente, también hay un lado positivo: obliga a los usuarios a examinar más de cerca sus propias expectativas, configuraciones de privacidad y prioridades de seguridad.
Aquí hay una lista de lo que debes buscar en una política de privacidad antes de registrarte para unirte a cualquier red social [15]:
Además, querrás seguir los consejos que presentamos a continuación para asegurarte de que todas tus plataformas de redes sociales estén en el nivel más seguro. Como mínimo, debes saber qué configuraciones de privacidad tienes actualmente y cómo se pueden cambiar.
Las plataformas de redes sociales a menudo persuaden a los usuarios para que acepten los términos de uso que benefician a la plataforma misma en lugar de a los usuarios. Asegúrate de saber para qué te estás registrando leyendo los términos de su política de datos.
Tampoco querrás olvidarte de esas aplicaciones de terceros. A menudo, extraen datos que tienes abiertamente disponibles, así que asegúrate de saber exactamente qué información está usando la aplicación.
Los usuarios deben centrarse en contraseñas que no sean fáciles de adivinar. Si es posible, se recomienda cambiar tus contraseñas de vez en cuando. Y, sobre todo, no uses la misma contraseña en todos los sitios de redes sociales.
Si bien no es infalible, el software antivirus actúa como una barrera que puede ofrecerte y a tus dispositivos una medida de seguridad.
No aceptes una nueva solicitud de amistad de alguien que no conoces. Facebook informó que el 8.7 % de sus perfiles totales son falsos [16].
Si después de haber leído este artículo estás listo para eliminar tu huella de las redes sociales digitales, no te culpamos. Si bien eliminar tu cuenta puede ayudar a limitar el alcance de la información disponible en internet sobre ti, no es una forma segura de garantizar que tus datos no se vean comprometidos.
Hay muchas razones por las que las redes sociales son perjudiciales para tu seguridad y privacidad; pero también brindan una oportunidad de aprendizaje para que los usuarios casuales y profesionales sepan cómo proteger mejor su información en línea. Al prestar atención a la configuración de privacidad y los permisos de aplicaciones de terceros, estarás en el camino correcto para navegar y disfrutar de internet de manera más segura.