Digitalización y el uso de la tecnología en tiempos de COVID-19

La pandemia del COVID-19 marcó un antes y después en nuestro estilo de vida, incluso se ha hablado de “la nueva normalidad”. Si bien las actividades presenciales ya se han retomado, también es cierto que nuestra relación con la tecnología cambió drásticamente a partir de la pandemia.

Muchos avances tecnológicos resultaron vitales a la hora de buscar nuevas estrategias y modelos para continuar con nuestras actividades a la vez que se buscaba reducir los riesgos de contagio. La digitalización también tuvo un papel vital para mantenernos en contacto sin estar físicamente presentes, a partir de su impulso han surgido nuevos paradigmas como el trabajo híbrido.

A continuación, te mostramos un recuento de los avances tecnológicos que han sido claves para sobrellevar la vida diaria durante el COVID-19 y algunas tecnologías que han surgido durante la pandemia.

Sin duda uno de los puntos en los que la tecnología ha impactado más durante la pandemia ha sido en la comunicación. De repente, la popularidad de Zoom se disparó junto a otras aplicaciones para videollamadas como Google® Meets, Skype®, Hangouts® e incluso plataformas como Teams® o Discord®.

A la par que las videollamadas se volvieron esenciales para las juntas de trabajo, sesiones de clases en vivo, e incluso actividades recreativas y fiestas virtuales, también se extendió el uso de la tecnología que acompaña a estas aplicaciones, como el reconocimiento facial que nos permite utilizar fondos de pantalla o colocar filtros sobre nuestro rostro.

Ni que decir de las grabaciones de video, que permiten acceder a eventos después de su transmisión. Pero también se hizo presente la preocupación por la privacidad y la seguridad de estas videollamadas, especialmente después de que el Washington Post denunciara las vulnerabilidades de Zoom.

A la par, podemos mencionar la importancia de la tecnología para que la telemedicina se haya convertido una realidad. Gracias a esto, se puede dar seguimiento a pacientes que se localizan en lugares alejados del personal de salud en cuestión, pero también es posible monitorear el estado de salud de pacientes con enfermedades como COVID-19 que requieren aislamiento.

En cuestiones laborales, el uso de la tecnología no se limita a las videollamadas para hacer juntas, sino que requiere de un amplio repertorio de herramientas que pueden ser incluso más específicas dependiendo del campo en cuestión.

Aquí fue donde la nube fue bastante útil para poder compartir y acceder a documentos que facilitaran el trabajo remoto; sin mencionar los programas que permiten crear, editar y compartir documentos en la nube.

Asimismo, se hizo necesario una manera de proteger la conexión de los empleados, como la red privada virtual (VPN) o el modelo de seguridad Zero Trust. Al mismo tiempo, fueron necesarias herramientas para organizar y registrar la productividad de los empleados de manera que los equipos pudieran coordinarse. Algunas soluciones son Slack®, Trello® o Notion®.

Pero no sólo se trataba de equipar a los empleados con el software necesario; también era necesario tener los dispositivos adecuados. Por ello, diversas empresas comenzaron a adquirir clientes livianos o el modelo de Dispositivo como Servicio (DaaS). 

En la tienda de HP podrás encontrar diversas soluciones para el trabajo desde casa, como computadores empresariales, portatiles convertibles, HP Smart App y el servicio de seguridad HP Wolf Security.

También cabe mencionar los cambios que experimentaron los negocios: desde los códigos QR en los restaurantes y el aumento de pedidos a través de plataformas como Rappi® o Uber® Eats, hasta el uso de tarjetas de crédito y sistemas de pago sin contacto para evitar el traspaso de dinero físico.

De igual forma, vale la pena destacar aquellos negocios que se manejaban principalmente de manera presencial, pero a raíz de la pandemia tuvieron que crear sus páginas web, tiendas en línea e incluso contactar con servicios de envío que pudieran facilitar estos procesos. A su vez, se popularizaron las tiendas en línea sin sucursales físicas.

Al igual que los negocios, las escuelas tuvieron que cerrar de súbito y continuar los planes de estudio de manera remota. Si bien el uso de las tecnologías de la información en el aula ha sido un tema que se ha abordado desde varias décadas atrás, el COVID-19 obligó a los profesores a buscar alternativas a la educación presencial.

Aunque lo más conocido son las clases sincrónicas realizadas a través de plataformas de videollamadas o el esfuerzo del gobierno federal por transmitir material educativo por televisión, esta modalidad educativa también se vió acompañada de herramientas de gestión que permitieran compartir tareas, proyectos y materiales de consulta, como fue el caso de Moodle®, Google® Classroom, Blackboard®, Sendtask®, entre otros.

Adicionalmente, muchos profesores se vieron en la necesidad de generar contenido multimedia para sus clases, desde presentaciones e infografías hasta juegos y apuntes interactivos; algunos incluso apostaron por videos y podcast. Algunas de las herramientas para este propósito son Piktochart®, Kahoot!®y Prezi®.

Incluso vale la pena mencionar las plataformas de educación en línea que existen desde antes de la pandemia y cursos online gratis conocidos como MOOC, que han sido una inspiración para considerar al e-learning como una forma de capacitación profesional.

No obstante, es importante señalar que la desigualdad de oportunidades en nuestro país también afecta la posibilidad de que ciertos sectores de la población accedan a clases virtuales. “Claro que hay brecha digital, pero no por la cifra fría del porcentaje de población con acceso a esta herramienta, sino por el aparato que se usa para conectarnos”, expone Guillermo Rodríguez Abitia, director de Innovación y Desarrollo Tecnológico de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación a la Dirección General de Comunicación Social UNAM.

Así pues, la mayoría de las personas se conectan a internet a través de un teléfono, un dispositivo que no necesariamente será apto para todas las tareas escolares y que no soportará ciertas plataformas de gestión de tareas. Esta brecha digital sigue siendo un asunto pendiente en el país.

La música, el teatro, el cine, así como los deportes se vieron profundamente afectados al cancelarse todos los eventos masivos; incluso se tuvieron que posponer los Juegos Olímpicos de Tokio, y una vez que fueron reprogramados, se tomaron medidas estrictas para evitar contagios.

En el caso de las artes escénicas, la grabación de espectáculos para después ofrecerlos como video en demanda en plataformas especializadas fue una de las alternativas para sobrellevar la pandemia. Este tipo de grabaciones requieren de un importante despliegue de equipo técnico como cámaras y micrófonos.

Otra alternativa fue la transmisión en vivo, popular entre los creadores de contenido y personas que deseaban interactuar con su audiencia en sitios como Youtube® o Twitch® para después convertirse en streamers. Incluso algunos espectáculos se llevaron a cabo por videollamadas para contar con cierta interacción del público.

A partir del aislamiento social causado por el COVID-19 se ha especulado sobre otras tecnologías que podrían ayudarnos en situaciones similares. Por ejemplo, se ha considerado el uso de robots y drones para realizar entregas de alimentos y suplementos o incluso la impresión 3D para poder acceder a algunos materiales.

Otro ejemplo interesante es el acceso a carros autónomos, los cuáles ya han sido aprobados en países como Reino Unido, Alemania y Japón, por supuesto, bajo ciertas restricciones mientras se evalúa la implementación de estos vehículos.

Dentro de la evolución de la tecnología, el Metaverso es quizás uno de los avances que más furor ha causado. Al utilizar tecnología como la realidad virtual (VR) y realidad aumentada (AR) se busca crear una especie de realidad virtual inmersiva. Es decir, una plataforma donde puedas asistir a juntas, tomar clases, reunirte con tus amigos, entre otras posibilidades, pero virtualmente. 

Facebook® ha sido uno de los grandes partidarios en el desarrollo del Metaverso, la empresa incluso ha cambiado su nombre a Meta®. Paralelamente, otras empresas buscan las posibilidades de incursionar en este nuevo terreno y obtener visibilidad dentro del mismo.

A la par, la Inteligencia Artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IoT) han sido de gran ayuda a diversas escalas: desde la instalación de casas inteligentes que permiten automatizar nuestra rutina y optimizarla con la asistencia de dispositivos inteligentes, hasta el diagnóstico de COVID-19, la realización de estudios clínicos y los sistemas de predicción.

Esto es sólo un breve vistazo del impacto de la tecnología en la sociedad en un tiempo tan breve como tres años. Si bien algunos avances se han desarrollado desde antes de la pandemia y el COVID-19 continúa siendo una preocupación mundial, los cambios que han ocurrido en los últimos años no pueden pasar desapercibidos.

La tecnología ha dado grandes pasos en los últimos años: ahora podemos hablar de Inteligencia Artificial, Blockchain, Realidad Virtual, entre otros avances que en otros tiempos serían sólo ciencia ficción. Esta tecnología a su vez nos permitió sobrellevar la pandemia, ya sea al mitigar los efectos del aislamiento social y permitir que las actividades económicas continuaran, o bien, siendo parte de dispositivos de apoyo para el personal de la salud.

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