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Los jugadores serios (gamers) tienen preferencias que son tan únicas como lo son ellos mismos. Es por eso que, para algunos, solo una computadora de escritorio o una laptop gaming personalizada para juegos funcionará cuando se trata de maximizar el rendimiento, el estilo y los detalles personalizados.
Afortunadamente, no tienes que ser un genio de la tecnología o un profesional de TI para que esto suceda. Estos son los conceptos básicos de lo que necesitas saber para que puedas ensamblar tu propia computadora de juegos con menos estrés y más potencia que un modelo pre ensamblado de fábrica.
Si bien hay muchos productos para elegir en el mercado hoy en día, los componentes centrales de una PC para juegos son estándar en todos los géneros.
De hecho, hay partes específicas que son necesarias para el ensamblaje de una computadora para gaming, por ende hay aquellas que son fáciles de tener. Conocer la diferencia es importante para cualquiera que aprenda a ensamblar una computadora para gaming para que no te falte una pieza importante del rompecabezas o que no sobrepases tu presupuesto en un componente adicional que puedes agregar más tarde.
Si has visto comerciales de computadoras o has visto a tu jugador favorito jugar en vivo en Twitch o YouTube, sabes que el procesador, o CPU, se menciona con más frecuencia que cualquier otra parte de una computadora para gaming. Esto se debe a que este es el cerebro de la PC. El CPU organiza y ejecuta todas las diversas actividades que hará la computadora, las prioriza y luego se asegura de que pueda hacer muchas tareas a la vez sin retrasos ni trabas.
Si bien las especificaciones de esta parte son sencillas, es mejor pedir asesoría, si es posible. Aunque puedes ahorrar dinero con un procesador menos impresionante, es potencialmente devastador para el juego si terminas con un producto mediocre. Si planeas jugar juegos con gráficos pesados, en línea o multijugador a menudo y durante períodos de tiempo más largos, un mejor procesador no te decepcionará.
La memoria de acceso aleatorio (RAM) es una memoria a corto plazo, esta permite a la computadora acceder a archivos importantes en segundos. Al igual que el procesador, es una pieza importante que contribuye para evitar que la PC tenga trabas durante el juego.
Los expertos en juegos recomiendan un mínimo de 8 GB de RAM, y muchos entusiastas optan por la instalación de 16 GB en su lugar. No tener suficiente memoria o velocidad de procesamiento puede hacer que el rendimiento de la computadora se vuelva inestable, así que elige sabiamente para ambos componentes.
Una vez que hayas elegido todos los componentes internos, estos necesitarán un lugar para comunicarse entre sí. Ahí es donde entra en juego la tarjeta madre. Esta parte es imprescindible y actúa como el sistema nervioso central, asegurándose de que todas las piezas puedan comunicarse entre sí y llevar a cabo las tareas de la computadora para gaming.
Es importante tener en cuenta que la tarjeta madre y el procesador deben ser compatibles, así que investiga un poco para asegurarte de que funcionen juntos.
¿Buscas una experiencia de PC para gaming perfecta? Bueno, necesitarás una tarjeta gráfica que esté a la altura de esta tarea. Con la tarjeta adecuada, puedes ver películas HD y 4K, así como editar videos y sonido, junto con todos los juegos que ya disfrutas.
Para comprender qué producto gráfico vas a necesitar, es útil saber que hay dos tipos de gráficos: integrados y discretos (también conocidos como "dedicados"). Los productos discretos son imprescindibles para los juegos más exigentes y vienen con su propio procesador, conocido como GPU. Apunta a una GPU que cuente con FPS (fotogramas por segundo) de 60 o más para juegos estándar y 90 FPS para aplicaciones de realidad virtual.
Todo lo que compres debe estar alojado en un gabinete seguro, resistente y de fácil acceso. Asegúrate de elegir uno que sea lo suficientemente grande como para acomodar cualquier expansión o mejora en el futuro y que puedas manejar múltiples actualizaciones durante los próximos años.
La unidad de fuente de alimentación (PSU) no es un tema de discusión, pero es fundamental para el rendimiento de tu PC para gaming. No te vayas a lo barato en esta pequeña pero poderosa parte. Es la responsable de llevar electricidad a tu ensamblaje personalizado, y a todos los diversos componentes.
Invierte en una unidad de fuente de alimentación de calidad para mantener tu PC para gaming a salvo de daños eléctricos.
Si tu CPU no viene con su propio ventilador de disipador térmico, deberás invertir en un componente de enfriamiento independiente. Este componente es imprescindible debido a lo caliente que puede ponerse la computadora para juegos durante largos períodos de uso. También puede ser un apoyo ideal para el ventilador que puede venir instalado de fábrica.
La elección entre refrigeración líquida o de aire se toma según la experiencia del usuario. Los jugadores novatos generalmente encuentran que el sistema de enfriamiento por aire es más accesible y más fácil de instalar.
¿Prefieres una unidad de estado sólido (SSD) o una unidad de disco duro (HDD) en el ensamblaje de tu PC para gaming?
Hay una evidente preferencia de los jugadores por las SSD, en general, optando por elegir el protocolo NVMe (Non-Volatile Memory Express) sobre el SATA más tradicional. Dicho esto, ambos son capaces de tener una respuesta rápida y baja latencia (ese retraso mientras un componente termina y el siguiente puede comenzar) en la mayoría de las condiciones de juego.
El sistema operativo también se conoce con frecuencia como OS. Muchos jugadores prefieren la elección de Windows, esto debido a que el sistema operativo Windows brinda a los gamers que son estudiantes la flexibilidad para estudiar y hacer las tareas escolares. Siempre que funcione con los juegos más populares, cualquier opción de sistema operativo es apropiada.
Una vez que tengas tus elementos estándar en su lugar, es hora de elegir esos detalles especiales que hacen que tu PC sea única.
Todo, desde superposiciones de gabinetes personalizados hasta coloridos teclados para para gaming retroiluminados y monitores curvos ultra anchos, se puede usar para adaptar tu experiencia de juego a lo que necesitas. Lo hermoso de esta segunda categoría de componentes es que se pueden actualizar y reemplazar fácilmente a medida que cambia el tipo de juegos que te gustan.
Para cualquiera que quiera saber cómo ensamblar una PC para juegos, aquí hay algunas oportunidades más para mostrar tu estilo de juego a través de accesorios y periféricos para juegos:
Si bien la opción más popular es ensamblar una computadora de escritorio gamer, la portabilidad de una laptop no se puede descartar. Por su diseño, todos los componentes de una computadora portátil están completamente cerrados, lo que hace que sea una tarea difícil de llevar a cabo por tu cuenta. Es por eso que la mayoría de las compilaciones de juegos personalizados son de escritorio, especialmente para ensambladores novatos.
Sin embargo, hay un poco de flexibilidad con la compra de una laptop para gaming porque pueden personalizarse ciertos elementos como la RAM durante el proceso de pedido.
Las computadoras portátiles para juegos de hoy en día también están cada vez más optimizadas para acomodar componentes externos y periféricos para que funcionen más como una computadora de escritorio. La laptop HP OMEN X, por ejemplo, es la primera computadora portátil de HP OMEN que permite aumentar la frecuencia de reloj, y es un contendiente legítimo para los jugadores competitivos.
Si bien puede costar un poco más obtener exactamente lo que deseas, la mayoría de las laptops para juegos personalizadas cuestan alrededor de 30,000 MXN. Pero una PC perfectamente configurada es inmejorable en cuanto a las opciones que tiene y en cuanto a la capacidad de intercambiar fácilmente componentes en el futuro.
Para una experiencia verdaderamente personalizada, los jugadores de hoy en día pueden beneficiarse de aprender a ensamblar una PC para gaming que pueda cumplir o superar sus expectativas más rigurosas.
Puedes conseguir una experiencia de juego potente y personalizada aquí en HP®, con la premisa del “haz tú mismo un ensamblaje propio y único”.