El
Cloud Computing ha significado una revolución industrial y tecnológica por la manera en la que interactuamos con los dispositivos para
obtener y almacenar información desde la nube. Hablamos de una herramienta imprescindible a nivel personal y empresarial; una tecnología que ha mejorado la decodificación de nuestros datos y ha buscado proteger nuestra información.
Si no estás familiarizado con el tema, no te preocupes, seguro te sorprenderá enterarte que sabes más de lo que crees. En el presente artículo revisaremos qué es el
Cloud,
Edge y
Fog Computing. Aprenderemos sobre sus diferencias, cómo se complementan y la manera en la que cambiarán nuestra realidad.
El camino hacia una nueva infraestructura industrial
El Edge Computing revolucionará todo tipo de sectores industriales como el transporte, los videojuegos, la seguridad, etc. Su propuesta y propósito plantean mejorar las facilidades que tenemos al obtener nuestra información desde la nube y las acciones que realizamos con esos datos.
Para entender bien qué es Edge, primero definamos cómo funciona la tecnología de la nube o cloud computing. Empecemos, entonces, con una pregunta clave, “¿qué ocurre en el proceso cuando mi PC o dispositivo móvil se conectan a Internet para almacenar o mostrar mi información localizada desde un centro de datos remoto?”
Cloud Computing: qué es y ejemplos
El Cloud Computing o computación en la nube se refiere a la multitud de servicios, archivos e información que los usuarios obtenemos de la nube cuando nos conectamos a Internet. Es decir, en lugar de almacenar datos en un dispositivo, los subimos a la nube y accedemos a ellos de una manera flexible y escalable. Esto implica la liberación del espacio personal para depositarlos en un servidor remoto (data centers).
Cuando accedemos a nuestro correo por medio de Gmail® u Outlook®; subimos un archivo a Dropbox®, Wetransfer®, Mega® o iCloud®, estamos haciendo uso de cloud computing. Cualquiera de estos servicios procesa tus datos, los opera y devuelve con una respuesta. Por ejemplo, al acceder a la bandeja de entrada de tu correo para cerciorarte de los nuevos mensajes que tienes, mandas una solicitud a Google® para que desprenda esa información y ellos responden con tus datos sin importar el dispositivo donde lo hagas; no importa dónde...