Gracias por visitar la tienda de MÉXICO HP
La tecnología 5G ha logrado que grandes avances tecnológicos se vuelvan parte de nuestra vida diaria, como son el Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés) y la realidad virtual. Simplemente entre 2021 y 2022 el uso de esta tecnología creció un 76 % alcanzando 1.05 mil millones de usuarios en este periodo de acuerdo a 5G Américas. Se estima que esta tecnología alcanzará los 5.9 mil millones de usuarios para 2027.
No obstante, incluso cuando la red 5G todavía estaba en sus inicios, ya se hablaba del desarrollo de la tecnología 6G, la evolución natural de las redes que busca llegar a capacidades extraordinarias que rebasarán lo que hemos conocido hasta ahora y podrían reforzar ciertas tecnologías o quizás facilitar otras nuevas.
¿Quieres saber qué tan lejos estamos de la red 6G y cómo podría influir en el futuro de la tecnología? Sigue leyendo para averiguar más. Para empezar, tenemos que responder una pregunta esencial:
Tal como su nombre lo indica, la red 6G es la sexta generación de conectividad inalámbrica, la tecnología sucesora de la 5G. Si bien podemos hablar de una generación 2G, formalmente se considera que el surgimiento de esta tecnología se remonta al 3G, la cual permitía que los dispositivos compartieran paquetes de datos a velocidades entre 1 a 3 Mb/s; ahora, se estima que el 6G será hasta mil veces más rápida que esta cifra inicial.
El desarrollo de la red 6G tiene objetivos principales muy puntuales, empezando por reducir la latencia (es decir, el tiempo de retraso de una comunicación dentro de la red) de tal manera que permita una conectividad más rápida, así como la capacidad de admitir una gran cantidad de dispositivos conectados de manera simultánea.
Así pues, algunas de sus características principales son:
Velocidad de conexión, la cual se espera que supere con creces al 5G, logrando descargas más rápidas y transmisión de datos en tiempo real.
Latencia ultrabaja, como ya mencionamos, esta tecnología busca reducir el tiempo de espera en la comunicación de un dispositivo a la red. Más aún, se espera una latencia instantánea, la cual podría ser de provecho para la realidad virtual y los vehículos autónomos.
Admisión masiva de dispositivos conectados por unidad de área, esta capacidad alta permitiría que creciera el Internet de las Cosas y la conexión de dispositivos en ciudades inteligentes.
Innovaciones tecnológicas
a las que podría dar paso, como la integración de la inteligencia artificial y el uso de frecuencias de onda milimétrica.A fin de que puedas dimensionar los avances que esto representaría en cuanto a conectividad móvil, revisemos las aportaciones de las generaciones anteriores al 6G, así como sus capacidades:
2G. Lanzada en 1992, más concretamente con el Nokia 101. Esta tecnología introdujo las llamadas de voz digitales, así como los mensajes de texto.
3G. Aparece en 2001 con modelos como el Nokia 3330 y el Motorola V66. Como se mencionó anteriormente, esta generación nos dio acceso al internet móvil, la transferencia de datos, las videollamadas y el buzón de voz.
4G. A partir del 2010, coincidiendo con la pantalla táctil, siendo el iPhone 4 y la familia Galaxy S algunos de los modelos más populares de la época. La velocidad de datos aumentó, haciendo realidad la banda ancha móvil de alta velocidad y el desarrollo de aplicaciones y servicios móviles.
5G. Empleado por primera vez en modelos como el iPhone 12 y el Galaxy Z Fold 2. A partir de este punto experimentamos una latencia baja y una mayor velocidad de conexión lo que dio pie a los avances en el Internet de las Cosas y la realidad virtual.
Como puedes ver, cada una de estas generaciones brindó las posibilidades para que otros avances ocurrieran, a la vez que se complementaron con otras tecnologías. Desde esta perspectiva, vale la pena preguntarse qué es lo que traerá la red 6G al futuro.
Asia ha sido el continente que más ha impulsado el desarrollo de la tecnología 6G. Por ejemplo, Corea del Sur ha mencionado algunas de las posibles aplicaciones para la red 6G que van desde el hogar y el entretenimiento hasta empresas y avances tecnológicos.
Con la red 6G, este país se propone alcanzar velocidades cinco veces superiores al máximo teórico del 5G, que a su vez implica reducir la latencia a una décima parte, en números eso significa 0.1 milisegundos esto significa transmisiones en tiempo real, lo cual permitirá avances médicos como la cirugía remota o automotrices como el control preciso de vehículos y maquinaria a distancia.
Asimismo, las velocidades de descarga y de subida se multiplicarían, alcanzando hasta 1,000 Gbps, intercambiando datos sin retrasos apreciables en la transmisión, lo que le dará un soporte a distintos formatos multimedia como transmisiones en 8K, las distintas realidades (virtual, aumentada y mixta) e incluso avance de la holografía, la cual por sí sola tiene otras tantas aplicaciones.
Por su parte, la capacidad de conectar millones de dispositivos por kilómetro cuadrado exponenciará el crecimiento del Internet de las Cosas, facilitando el desarrollo de hogares inteligentes, vehículos autónomos y sistema de monitoreo en tiempo real.
Incluso hay implicaciones para una de las tecnologías más populares del momento: la Inteligencia Artificial, pues se estima que podría cambiar la manera en que aprende, interactúa y se aplica, lo que permitiría que estas redes se optimicen, administren y distribuyan por cuenta propia. Además de estos avances, podrían aparecer otros que no hemos contemplado todavía.
Al tener en cuenta todos los beneficios y avances que traerá esta red, es natural preguntarse ¿cuánto llegará la red 6G? ¿qué tan cerca está de ser lanzada al público? Oficialmente, China ha establecido que esta tecnología estará disponible a finales de la década, es decir, podremos ver el 6G en acción para el 2030.
También hay que considerar que, al igual que se vivió la transición de 4G a 5G, habrá un periodo intermedio en el que 5G y 6G convivan y se implementen de manera paralela mientras la tecnología 6G se abre paso y es adquirida por más usuarios. A este periodo se le ha denominado como 5.5G, en donde los usuarios experimentarán un rango de usabilidad entre el 5G y el 6G.
De acuerdo al Ministerio de Industria y Tecnología de China, el desarrollo de esta tecnología comenzó en 2018 y se estima que las primeras pruebas se realicen alrededor del 2026 o 2028. Para cumplir este plazo, los investigadores buscan resolver algunos de los desafíos que esta red pone sobre la mesa, algunos de los cuales requieren de tecnología subyacente que aún no existe.
Por ejemplo, la red 6G propone frecuencias de comunicación por encima de 100 gigahercios (GHz) o incluso más altas, llegando a rebasar 1 terahercio (THz), lo que implicaría el desarrollo de nuevos diseños para la radiofrecuencia y considerar materiales conductores novedosos que hagan posible dicha carga.
Bajo este escenario, Samsung propone considerar todas las bandas disponibles, desde la banda baja inferior a 1 GHz hasta la banda media en el rango de 1 a 24 GHz, llegando hasta la banda alta que entra en el rango de 24 a 300 GHz. En el caso del procesamiento, se contemplan velocidades superiores a 1 terabit por segundo (Tbps), lo que implicaría el uso de procesamiento óptico o posiblemente el uso de computación cuántica.
Por otro lado, una red más densa y rápida se enfrenta a la probabilidad de un consumo de energía mayor, por lo que los investigadores requieren buscar posibles soluciones para reducir este gasto y volverlo sustentable.
Como se mencionó anteriormente, las características de la red 6G podrían agilizar distintos avances tecnológicos a los que se les puede dar aplicación en diversas industrias, siendo la medicina y el ramo automotriz dos de las más beneficiadas, pues la red 6G podría permitir las cirugías remotas, soluciones sanitarias virtuales, el desarrollo y comercialización de los vehículos autónomos y la implementación de fábricas inteligentes con Internet industrial que automatice varios de sus procesos.
Por otro lado, también hablamos de una sociedad más conectada que nunca, donde se podrían implementar gobiernos inteligentes que gestionen los servicios públicos e iniciativas con datos actualizados prácticamente en tiempo real.
En el ámbito personal, el Internet de las Cosas experimentaría un crecimiento que hará que los hogares inteligentes sean cada vez más comunes y cuenten con más funciones. Además, la aplicación de la Inteligencia Artificial será más frecuente en diversas áreas de nuestra vida, lo que podría implicar una mejor coexistencia entre el quehacer humano y las máquinas.
En el caso de las telecomunicaciones, podríamos ver una implementación de la tecnología holográfica y/o la realidad virtual para obtener experiencias más inmersivas. Inclusive algunos han especulado con la posibilidad de un Internet táctil/háptico capaz de transmitir este tipo de sensaciones
Actualmente atestiguamos el desarrollo de diferentes tecnologías que, al complementarse entre sí, tienen el potencial para cambiar la manera en que vivimos, tanto en nuestro estilo de vida como en nuestros trabajos y medios de producción. Una de las tecnologías que serían la punta de lanza para este avance es la red 6G.
Si bien aún quedan varias incógnitas a resolver para que sea posible lanzar al mercado una red con estas características, todo indica que para el final de esta década veremos una revolución superior a la que significó la red 5G en su momento. Estoha preocupado a las empresas por la manera en que la que podrán actualizarse e implementarla en su beneficio.
Artículos relacionados: