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En los últimos tiempos, hemos observado un creciente interés de la sociedad en reducir su impacto ambiental en el planeta. Este creciente compromiso nos muestra que ahora somos más conscientes de la necesidad urgente de garantizar un futuro sostenible.
En respuesta a estas preocupaciones, hemos visto una proliferación de tecnologías orientadas a mejorar nuestra relación con el medio ambiente. La innovación verde busca desarrollar diferentes soluciones y soluciones para proteger y revitalizan nuestro mundo.
A lo largo de este texto, exploraremos la forma de exponer los temas más importantes. Como verás, estos avances nos brindan la esperanza de que los seres humanos, en un futuro, viviremos en armonía con la naturaleza.
Para 2022, la producción mundial de plástico alcanzó cerca de 460 millones de toneladas, y en 2025, se estima que la cifra superará los 1000 millones de toneladas. Gran parte de este material termina en vertederos o se incinera, lo que contribuye en gran medida a los problemas ambientales que estamos experimentando.
Actualmente, solo cerca del 9 % del plástico usado se recicla de manera efectiva, lo que destaca una brecha crítica en nuestro compromiso ambiental y los principios de la economía circular.
Por suerte, han emergido tecnologías que prometen revolucionar cómo gestionamos y reciclamos. Algunas de las más interesantes son:
Sistemas de clasificación inteligente: utilizan inteligencia artificial para identificar y separar desechos de forma precisa. Esto mejora la calidad del material reciclado, lo que facilita su reintegración en la cadena de suministro.
Reciclaje químico: transforma los plásticos en sus componentes químicos básicos, lo cual permite reciclar materiales que antes se consideraban no reciclables. Esta tecnología promete expandir enormemente las capacidades de reciclaje.
Pulverización avanzada: un método que convierte los plásticos en polvo fino, que luego se puede procesar más fácilmente en nuevos productos plásticos. De esa manera, se fortalecen los circuitos de reciclaje.
Digestión enzimática: reutiliza enzimas para descomponer plásticos en componentes biodegradables. Esta forma de reciclaje biológico tiene el potencial de entrar armónicamente en ciclos naturales sin residuos perjudiciales.
Blockchain y transparencia: esta tecnología se aplica para rastrear el recorrido del reciclaje y garantizar que los procesos sean transparentes y verificables. Nos asegura la integridad del compromiso ambiental al largo de todo el ciclo de vida del producto.
En la batalla entre vehículos convencionales y los vehículos eléctricos (EV), estos últimos avanzan a pasos agigantados. Tradicionalmente dominados por vehículos de gasolina, hoy observamos un cambio significativo hacia los eléctricos debido a su menor impacto ambiental.
Mientras un vehículo convencional emite un promedio de 11 435 libras de CO2 al año, uno eléctrico solo contribuye con aproximadamente 3932 libras. Esta cifra refleja solo las emisiones de las plantas de energía que suministran la electricidad a un EV, pues el vehículo en sí no produce CO2 directamente.
Asimismo, las ciudades están empezando a adaptar su infraestructura para acoger esta nueva era de transporte. Ahora proliferan estaciones de carga y leyes que incentivan la adopción de vehículos eléctricos.
Con estas medidas, nos encontramos ante una época de transición hacia un modo de transporte más amigable con el ambiente. Este enfoque no solo asegura una reducción de la huella de carbono, sino que también promueve una mejor calidad del aire.
La economía verde es un sistema que busca reducir riesgos ambientales y mejorar la eficiencia ecológica sin comprometer el crecimiento económico. Este modelo viene orientado hacia soluciones eco-conscientes y propende un desarrollo sostenible haciendo uso de la innovación verde.
Un componente crucial de esta economía contempla mejores prácticas en el uso y protección de los recursos naturales.
Dentro de las iniciativas de la economía verde, encontramos a los bonos de carbono. Estos funcionan como un tipo de trading de emisiones, donde las empresas compran o venden créditos que les permiten emitir cierto volumen de dióxido de carbono.
El impacto de los bonos de carbono es medible: alientan a las empresas a invertir en tecnologías más limpias y reducir sus emisiones. Como resultado, observamos una descarbonización progresiva de sectores industriales claves, lo que contribuye a los objetivos globales de reducción de emisiones de gases.
Además de los bonos de carbono, los productos financieros verdes juegan un papel transformador en la economía global. Estos productos incluyen desde inversiones que fomentan proyectos de energía renovable hasta préstamos que incentivan a las empresas a implementar prácticas más sostenibles.
Estos mecanismos son vitales porque facilitan capital a iniciativas que de otro modo podrían enfrentar barreras económicas. Esto garantiza que la sostenibilidad ambiental no solo sea una idea que suene bien, sino que sea viable desde el punto de vista monetario.
La problemática del plástico refleja una amenaza creciente para nuestros ecosistemas y sociedades humanas. Alarmantemente, se estima que para 2050, habrá más plástico que peces en peso en nuestros océanos.
Ilustraciones palpables de este descontrol son la isla de plástico del Pacífico, que ocupa aproximadamente 1.6 millones de km²; una masa en expansión rebosante de desechos que amenaza la vida marina y los ecosistemas costeros alrededor del globo.
Este escenario compromete no solo nuestra biodiversidad sino también los medios de vida de muchas comunidades costeras y nuestra salud.
Afortunadamente, el mundo está tomando cuenta de ello, por lo que se ha esmerado en crear avances tecnológicos para lidiar con el problema del plástico:
Reconversión de plástico en petróleo: dado que el plástico es un derivado del petróleo, existe la posibilidad de regresarlo a su estado anterior. Los científicos están trabajando en procesos para que esto se convierta en una realidad.
Bacterias que digieren el plástico: este enfoque biotecnológico utiliza bacterias capaces de descomponer y metabolizar plásticos, para así transformarlos en compuestos menos nocivos o incluso en recursos útiles.
Despolimerización: mediante procesos químicos controlados, es posible convertir plásticos de vuelta a sus monómeros base, que luego se pueden repolimerizar en nuevos plásticos. Todo esto impulsa un ciclo de vida continúo y reduce la necesidad de extraer nuevos materiales vírgenes.
La innovación tecnológica se manifiesta en la creación de técnicas más efectivas para aprovechar la energía. Estos avances nos ayudan a alcanzar una mayor eficiencia energética, lo cual es crucial para la reducción de la huella de carbono y el fomento de soluciones eco-conscientes.
A continuación, listamos cuatro tecnologías significativas en este sector:
Energía solar: convertimos la luz solar en electricidad mediante células fotovoltaicas. El uso de la energía solar reduce la dependencia de combustibles fósiles y, por ende, minimiza emisiones de CO2.
Tecnologías de almacenamiento de energía: estos sistemas almacenan energía sobrante durante períodos de poca demanda para usarla en momentos de alta necesidad. Permiten un mejor manejo de los recursos y una mayor estabilidad en la red eléctrica.
Medidores de energía inteligentes: estos dispositivos proporcionan seguimiento en tiempo real del consumo energético. Permiten una gestión eficiente en hogares y empresas, lo que alienta un uso energético más consciente.
Tecnología LED para el hogar: las luces LED utilizan menos electricidad y tienen una mayor duración que las bombillas tradicionales. Apoyan la reducción considerable del consumo energético en residencias.
En HP no solo nos gusta hablar sobre cuidar el medio ambiente. Nos gusta actuar. Por eso, tomamos medidas concretas y tangibles para proteger nuestro planeta.
A continuación, destacamos algunas acciones que transforman nuestro compromiso ambiental en resultados efectivos. Así demostramos nuestra dedicación a construir un futuro sostenible para todos.
En HP comenzamos a reciclar desde nuestros primeros días. Ya en 1966, reciclábamos tarjetas perforadas. Y desde 1987, establecimos programas de reciclaje de hardware.
Fundamos HP Planet Partners en 1991, un programa que afirma nuestro compromiso con la sostenibilidad. Durante 30 años, hemos reutilizado o reciclado más de un millón de toneladas de productos.
Este programa opera en 76 países, lo cual enfatiza la expansión global de nuestra cultura de sostenibilidad. Además, llevamos a cabo el reacondicionamiento de hardware, el cual extiende el ciclo de vida de cada pieza de tecnología que producimos.
En HP hemos trazado metas claras y específicas en nuestro viaje hacia la sustentabilidad, las cuales vienen divididas en tres pilares fundamentales: planeta, personas y comunidad. Evaluamos y reportamos nuestro progreso en estos objetivos cada año en nuestro Informe de Impacto Sustentable.
Estos son los objetivos que nos planteamos:
Objetivos para el planeta
Reducción de gases de efecto invernadero: comprometidos a reducir emisiones de GHG en un 60 % para 2025 mediante eficiencia energética y uso de energía renovable.
Eliminación de plásticos de un solo uso: queremos eliminar el 75 % de los envases de plástico para 2025, tomando como referencia 2018.
Sin deforestación: logramos evitar la deforestación en la producción de papel HP desde 2016 y en más del 80 % de empaques de papel desde 2019.
Objetivos para las personas
Bienestar del trabajador: objetivo de mejorar el bienestar y habilidades de 500 000 trabajadores de fábrica para 2025. Formación alcanzada en 266 400 trabajadores hasta 2019.
Integridad y conducta empresarial: buscamos lograr una capacitación anual del 99 % en nuestra guía de integridad para empleados y juntas directivas.
Objetivos para la comunidad
Mejorar resultados educativos: compromiso de facilitar el aprendizaje de 100 millones de personas entre 2015 y 2025, ya alcanzando más de 28 millones hasta 2019.
Voluntariado: metas de 1.5 millones de horas de voluntariado. En 2019, 8850 empleados contribuyeron con 145 000 horas en actividades locales.
Consideramos que sí, aún estamos a tiempo para impulsar una revolución tecnológica sustentable. La innovación verde cobra cada vez mayor relevancia como una fuerza impulsora hacia un futuro más limpio.
De hecho, ya existen medidas globales importantes para dar esta transformación, como los Acuerdos de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Ambos han catalizado esfuerzos significativos por parte de los países y las empresas para adoptar prácticas más sostenibles y para innovar en tecnologías que reduzcan el impacto ambiental.
Adicionalmente, quizás hayas notado en tu comunidad y gobierno local que la conversación sobre la conservación ambiental es cada vez más común, y que las acciones para proteger el medio ambiente son cada vez más extendidas.
Este marco nos permite ser optimistas sobre el alcance real de esta revolución tecnológica. La existencia de estrategias sólidas acompañadas de innovación continua nos asegura que podemos reformar nuestra relación con el entorno de manera profunda.
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Reducir tu huella ecológica es más simple de lo que piensas. Puedes optar por transporte público, conducir un vehículo eléctrico o simplemente disminuir el consumo de energía en tu hogar. Emplear bombillas de bajo consumo, reducir los desechos y preferir productos reciclables también son medidas eficaces.
Si descuidamos la conservación del medio ambiente, las consecuencias serán severas. Experimentaremos un aumento en fenómenos climáticos extremos, una drástica pérdida de biodiversidad, degradación de ecosistemas y escasez de recursos vitales. Todo esto pone en riesgo la salud del planeta y sus habitantes.
Entre los avances tecnológicos más destacados se encuentran las energías renovables como la solar y la eólica, las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, los materiales biodegradables y las innovaciones en reciclaje, como las bacterias que se alimentan de plásticos.