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Los gigantescos avances de la inteligencia artificial (IA) han dado mucho de qué hablar en los meses recientes con la presentación de herramientas como ChatGPT o Midjourney. Actualmente, se discute el uso ético de esta tecnología en proyectos que involucran la creatividad y el arte, actividades que hasta ahora, pensábamos que eran inherentemente humanas.
El cine y la televisión son dos de las industrias con mayor número de opiniones encontradas. Por un lado, la IA podría ayudar a optimizar los efectos especiales de cualquier producción, y por otro, se cuestiona la posibilidad de que los estudios decidan abaratar costos y la IA termine por reemplazar a la mayoría de los empleos en la industria.
La discusión puede ir más allá: el uso del Deepfake para recrear el aspecto de cualquier actor (vivo o muerto) y poder utilizar estas versiones virtuales prescindiendo del visto bueno de las estrellas en cuestión; lo que hace aún más importante la discusión sobre el uso ético de esta tecnología.
A continuación, repasaremos algunas de las utilidades que tiene la IA en el cine y la televisión, así como las opiniones de directores, actores y personalidades relacionadas a la industria. Pero antes, veamos la manera en la que la IA ha participado en grandes producciones hasta ahora
Al igual que ChatGPT tiene sus antecesores en los asistentes de voz y otro tipo de herramientas, el cine y la televisión han utilizado la IA para hacer cosas que antes significarían un arduo trabajo técnico o simplemente resultarían imposibles de ejecutar.
Quizás, uno de los usos más notorios ha sido el rejuvenecimiento y el retoque a actores, como sucedió en Indiana Jones y el Dial del Destino. Incluso hay empresas dedicadas a ello como la canadiense MARZ, que ha estado involucrada en grandes producciones de Marvel como Spiderman: Sin camino a casa o Ant-Man y la Avispa: Quantumania.
También se ha logrado recrear diálogos de personalidades fallecidas, como es el caso de Anthony Bourdain en la cinta de Morgan Neville, Anthony Bourdain: un chef por el mundo. La habilidad de la IA para reproducir voces está preocupando a los actores de doblaje y con justa razón, pues desde 2018 Flawless lanzó al mercado TrueSync, un producto que busca proporcionar doblaje generado por IA.
Aunque todavía se debate sobre la posibilidad de escribir guiones con IA, en realidad ya se han realizado algunos esfuerzos desde antes de lo que te imaginas, como lo demuestra una escena de Ladybird que fue escrita en colaboración de una IA. Incluso se habla de la creación de personajes artificiales, algo que realizan empresas como Tally Labs y Digital Domain.
Ahora que tenemos en cuenta algunas de las aplicaciones que se le han dado a la IA en las grandes producciones que probablemente has visto ¿qué nos depara en el futuro no tan lejano? Vamos a echar un vistazo a las diferentes áreas en las que se puede usar la IA.
La habilidad de la IA para recabar datos puede ser sumamente útil a la hora de escribir para personajes, ya que la inteligencia artificial podría arrojar información para profundizar en el retrato de estos y así hacerlos más creíbles y complejos.
También se utiliza para revisar los guiones en búsqueda de agujeros en la trama y áreas de mejora, incluso para crear estadísticas sobre la posibilidad del éxito de una historia y modificarla en caso de ser necesario.
Hay herramientas como Dramatron, desarrollada por DeepMind de Google que a partir de títulos, diálogos, descripciones de personajes y escenas, puede desarrollar guiones aproximados para distintos formatos como cine, televisión y teatro.
Posterior a ello, también se aplica la inteligencia artificial para estimar quiénes podrían ser los mejores actores para participar en estas historias y tener un mayor éxito de cara al público, así como calcular qué intérpretes podrían representar un mayor riesgo.
Así como el CGI ha cambiado la manera en la que se hacen efectos especiales en el cine, la IA podría ser el siguiente paso en este departamento e incluso mejorar algunos puntos de dolor que han provocado grandes críticas respecto a la calidad del CGI en algunas películas.
Por ejemplo, series como The Mandalorian emplean videowalls LED (también conocidas como “volúmenes”) en la creación de fondos, cuyo contenido se genera principalmente con Unreal Engine de Epic Games, un sistema de entorno de videojuegos. Recientemente se dió a conocer Cuebric, el primer sistema de IA generativa, se aplica en producir y editar imágenes para estos volúmenes.
La IA también podría agilizar y/o automatizar algunos procesos en el departamento de efectos especiales, como el modelado 3D, la gradación de color y el procesamiento de imágenes, entre otros. Esta tecnología incluso podría escanear escenas enteras.
Quizás una de las aplicaciones más conocidas es el rejuvenecimiento de actores, así como la posibilidad de “resucitar” con modelos virtuales aquellos artistas fallecidos.
La IA generativa no solo tiene aplicación en la creación de imágenes, también se puede crear música libre de las limitaciones a las que está sujeta la música de archivo. Más aún, con la precisión de la AI, estas piezas pueden sincronizarse con cortes o momentos concretos del guión.
Si bien aún existe mucha polémica respecto al uso de IA para la composición de piezas musicales, Sony Computer Science Laboratories desarrolló una herramienta llamada Flow Machines que crea acordes y melodías a fin de que los compositores humanos puedan apoyarse y encontrar el sonido que necesitan.
La edición sin duda es una de las áreas donde la IA se ha asentado más rápidamente, pues representa un importante beneficio para agilizar el trabajo de los editores humanos. Si bien, actualmente se especula sobre la posibilidad de hacer videos empleando únicamente IA, no hay que desestimar las aplicaciones que tiene en la edición de video.
Por ejemplo, la IA se puede utilizar para rotoscopiar y enmascarar en cuestión de minutos, lo que tradicionalmente requeriría de horas. También ayuda en la correspondencia de colores, motion tracking y cambios en la relación de aspecto.
Incluso, algunas inteligencias artificiales como Flawless se aplican para reconocer la voz de los actores y el aspecto que debe tener su rostro al hablar para alterar sus gestos a fin de que coincidan a la perfección con la grabación de sus diálogos.
Dentro de la industria existen personas sumamente entusiasmadas con la implementación de la IA en el cine y la televisión, incluso aseguran que es la siguiente revolución. Un ejemplo que ha desatado polémica es Joe Russo, co-director del gran éxito en taquilla Avengers: Endgame.
De acuerdo con Russo, la IA haría posible la democratización del cine, cada persona podría crear sus propias películas hechas a la medida de sus intereses y necesidades, tan simple como decir “Hey, quiero una película protagonizada por mi avatar fotorrealista y el avatar fotorrealista de Marilyn Monroe. Quiero que sea una comedia romántica, porque he tenido un día duro”, ejemplo que dió en una entrevista para Collider.
Otras personas han mostrado un rotundo rechazo, como es el caso de Keanu Reeves, que en una entrevista para Wired declaró que pondría una cláusula en su contrato para prohibir que los estudios editen digitalmente sus actuaciones. En palabras del actor “ lo frustrante es que pierdes la capacidad de actuar. Cuando actúas en una película, sabes que te van a editar, pero participas en ello. Si entras en el terreno del Deepfake, no tiene ninguno de tus puntos de vista. Eso da miedo…”.
También hay que tener en cuenta que, si bien la actual huelga del Sindicato de Guionistas de América se debe a la distribución de las ganancias de las producciones de streaming, la posibilidad de que la IA abarate el trabajo de los guionistas ha hecho que el debate tome una nueva dimensión y se solicite un uso ético de estas herramientas que no termine por perjudicar a los profesionales que trabajan en el cine y la televisión.
Así pues, mientras algunos ven en la IA una oportunidad para optimizar procesos e incluso vender el cine de una manera diferente, otros están preocupados por las implicaciones que estas herramientas podrían tener tanto en el desarrollo profesional de los artistas y cineastas, como en el acceso a un salario y condiciones dignas para los empleados.
Los avances de la inteligencia artificial han creado una amplia discusión respecto de sus posibles aplicaciones en diversas industrias, incluyendo aquellas creativas como el cine y la televisión. Si bien ya hemos visto algunas cintas donde la IA ya ha formado parte de los efectos especiales, el guión, la edición y otros aspectos, su desarrollo acelerado pone sobre la mesa más posibilidades con sus respectivas implicaciones éticas.
Aun cuando existen herramientas que agilizan el trabajo de los empleados de horas a minutos, también hay algunos usos que requieren de mayor discusión y regulación, como es el caso del Deepfake o de la composición de música generada por IA.
Estas herramientas permitirán que nuevos creadores puedan crear sus producciones a un menor precio; pero también requiere de que las leyes y los contratos avancen a un ritmo que se pueda equiparar con el desarrollo tecnológico.